La ventisca causa dos colisiones múltiples en la A-2 a la altura de Almadrones
01/10/2010 - 09:45
Por: DIANA PIZARRO
Las carreteras volvieron ayer a ser las principales afectadas por la ola de frío polar que el jueves dejó un manto blanco sobre la provincia. En esta ocasión, la ventisca y el hielo en las calzadas provocaron algún que otro susto. En la A-2, a la altura de Almadrones, se registraron varias colisiones de vehículos en cadena, provocando retenciones importantes en dirección Madrid. También la CM-2008, en el término de Brihuega, se vio afectada a causa de la nieve. Otros municipios se afanaron en dispersar sal por las calles para evitar el tan temido hielo.
Si el jueves fueron los blancos copos de nieve los protagonistas de todas las conversaciones, ayer nos levantamos en medio de una ola de frío polar que hizo que más de uno caminase encogido de hombros. Las bajas temperaturas, que volvieron a registrar sus mínimos en la comarca de Molina de Aragón, hicieron que la situación se complicase a causa del hielo. En este sentido, en el kilómetro 103 de la A-2, a la altura del término municipal de Almadrones y en sentido Madrid, se registró pasadas las 13.00 horas una colisión múltiple en la que se vieron implicados una decena de vehículos. A pesar de lo aparatoso del accidente, solamente se registraron heridos leves, según fuentes de la Guardia Civil. Rápidamente se desplazaron al lugar patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, Atestados, varias ambulancias y una grúa para la retirada de los vehículos de la vía, dado que al poco tiempo se había comenzado a registrar retenciones de vehículos.
A pesar del a premura con la que trabajaron los servicios de emergencia, pasadas las 16.00 horas se volvió a producir otra colisión en la que se vieron implicados cuatro vehículos, provocando retenciones en la autovía en sentido Madrid. La acumulación de nieve en la calzada fue otra de las notas predominantes en la A-2.
Esta carretera no fue la única que registró problemas de circulación a causa del temporal. La CM-2008 quedó cortada a última hora de la tarde del miércoles a causa de la nieve acumulada en el firme, que alcanzó en algunos momentos los 30 centímetros. El tramo afectado, de entre uno y dos kilómetros, se encontraba a la altura de Brihuega, por lo que los primeros en actuar fueron los propios vecinos. Según señala el teniente de alcalde, Abelardo Mazo, uno de ellos, Ángel Corral, comenzó a apartar la nieve de la carretera con una máquina particular, hasta que llegó un equipo de la Delegación de Ordenación del Territorio. Ya por la mañana, el hielo fue el principal enemigo a batir, por lo que desde primera hora se esparció sal por las calles.
Esta situación se repitió en otros pueblos de la provincia. Sin ir más lejos, en Valdegrudas, el alcalde, Carlos Viejo, tuvo que armarse, junto con algunos vecinos del pueblo, con palas y picos para retirar el hielo que se había formado por todas las calles, dejándolas intransitables. Aunque la carretera de acceso al pueblo estaba limpia gracias a los quitanieves, los vecinos temían que las bajas temperaturas de la noche convirtiera en hielo la nieve acumulada en las zonas de umbría, impidiendo la llegada al pueblo de los servicios necesarios.
A pesar del a premura con la que trabajaron los servicios de emergencia, pasadas las 16.00 horas se volvió a producir otra colisión en la que se vieron implicados cuatro vehículos, provocando retenciones en la autovía en sentido Madrid. La acumulación de nieve en la calzada fue otra de las notas predominantes en la A-2.
Esta carretera no fue la única que registró problemas de circulación a causa del temporal. La CM-2008 quedó cortada a última hora de la tarde del miércoles a causa de la nieve acumulada en el firme, que alcanzó en algunos momentos los 30 centímetros. El tramo afectado, de entre uno y dos kilómetros, se encontraba a la altura de Brihuega, por lo que los primeros en actuar fueron los propios vecinos. Según señala el teniente de alcalde, Abelardo Mazo, uno de ellos, Ángel Corral, comenzó a apartar la nieve de la carretera con una máquina particular, hasta que llegó un equipo de la Delegación de Ordenación del Territorio. Ya por la mañana, el hielo fue el principal enemigo a batir, por lo que desde primera hora se esparció sal por las calles.
Esta situación se repitió en otros pueblos de la provincia. Sin ir más lejos, en Valdegrudas, el alcalde, Carlos Viejo, tuvo que armarse, junto con algunos vecinos del pueblo, con palas y picos para retirar el hielo que se había formado por todas las calles, dejándolas intransitables. Aunque la carretera de acceso al pueblo estaba limpia gracias a los quitanieves, los vecinos temían que las bajas temperaturas de la noche convirtiera en hielo la nieve acumulada en las zonas de umbría, impidiendo la llegada al pueblo de los servicios necesarios.