La Virgen de la Antigua regresa aclamada a su santuario

08/09/2012 - 18:00 M.Pérez

 
Pocos minutos después ocho de la tarde, las campanas de la concatedral de Santa María tocaban a gloria mientras la patrona de la ciudad hacía su aparición por el pórtico. Una gran multitud, juntos con las diferentes autoridades, esperaban impacientes la salida de la Virgen de la Antigua.La comitiva tomó la calle Ramón y Cajal hacia Bejanque flanqueada por las cientos de personas que permanecían inmóviles ante el paso solemne de la alcaldesa perpétua de Guadalajara.
Personas de diferentes puntos de la geografía provincial y la vecina Madrid se acercaron a Guadalajara para venerar a la patrona 
Representantes de varios pueblos, casas regionales, asociaciones de vecinos de la ciudad y particulares, desfilaron con sus ofrendas de productos típicos y flores a la Virgen, que se entregarían después a las puertas del santuario. Los trajes alcarreños ponían la nota de color a un solemne y emotivo acto.
Por segundo año consecutivo, las procesión transcurriría por el Paseo de las Cruces y la calle Cardenal González de Mendoza, lo que posibilitó una mayor concentración de público al paso de la misma.
Mientras el sol se ponía, el rostro de la Virgen de la Antigua más se iluminaba ante la emoción de guadalajareños y devotos que se contaban por miles. Ataviada con un precioso vestido blanco, realizado a partir del traje de novia de una de sus fieles, y un manto inmaculado, avanzaba metros hasta su santuario. Con paso lento pero firme, la patrona de Guadalajara llegó a la puerta de su morada para que Teresa de la Cruz pusiera voz a una devoción que mueve a miles de personas.
Tras el momento de las ofrendas, el fuego iluminó la noche alcarreña y el paso de la Virgen de la Antigua a su santuario. Una vez ya en su camarín, los fieles se acercaron para orar ante la patrona.