'La vivienda moderna 1925-1965' en la sala Atonio Pérez

15/11/2013 - 14:47 Redacción

La Demarcación de Guadalajara del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Diputación de Guadalajara y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares, ha organizado una exposición itinerante que lleva por título ‘La vivienda moderna 1925- 1965’, de la Fundación Docomomo (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno), que permanece expuesta en la Sala de Exposiciones Antonio Pérez del Centro San José (C/ Atienza, 4) hasta el 29 de noviembre (horario, laborables, de 19.00 a 21.00 horas)

Esta exposición, abierta al público en general, pretende colaborar con la sociedad de Guadalajara en la difusión de los aspectos culturales relacionados con nuestro ámbito, y dar a conocer la arquitectura moderna.

La muestra contiene una relación de obras de arquitectura, y concretamente de viviendas, que se realizaron en España en el contexto del Movimiento Moderno y en el periodo de los años 1925-1965. Cuenta con arquitectos de la talla de Alejando de la Sota, José Antonio Coderch, Miguel Fisac, Francisco Javier Sáenz de Oiza o Rafael de la Hoz. Supone a su vez un extenso inventario que pone de manifiesto cómo, a través de la vivienda, la arquitectura de esta época llegó a todos los rincones de los territorios ibéricos con numerosos ejemplos de gran valor en los que el habitar se convierte en un campo de ensayo inigualable, no sólo desde el punto de vista del desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías, sino también desde el punto de vista de los tipos arquitectónicos y del papel social de la arquitectura.

El Movimiento Moderno aglutinó un conjunto de tendencias arquitectónicas surgidas en las primeras décadas del siglo XX, marcando una ruptura con la tradicional configuración de espacios, formas compositivas y estéticas. Sus ideas superaron el ámbito arquitectónico influyendo en el mundo del arte y del diseño. Se caracterizó por espacios interiores luminosos y diáfanos; plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas, ausencia de decoración en las fachadas y grandes ventanales horizontales. Y

a a finales del siglo XIX se incorporaron nuevos materiales y se desarrollaron nuevas técnicas que revolucionaron los modos tradicionales de construir. El Movimiento Moderno aprovechó las posibilidades de los nuevos materiales industriales como el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes dimensiones.

En el siglo XX, la vivienda deja de ser el vacío a completar una vez diseñadas las grandes avenidas de la ciudad decimonónica, y se sitúa en el centro de la mirada del arquitecto y de la sociedad. Se hace necesario suplir la escasez de viviendas y se introduce la lógica de la producción industrial en el ámbito de lo doméstico, se reconsidera el modelo habitacional y se alteran los hábitos del individuo. Se plantean nuevos modelos de configuración urbana, tales como la ciudad-jardín, el bloque de viviendas, la ordenación abierta, la ciudad lineal, etc.

La vivienda moderna se inserta en la trama existente reinterpretando sus formas y supliendo carencias de la ciudad, pero también se desarrolla sobre territorios vírgenes configurando nuevos barrios o colonizando el territorio. A la vez, la vivienda se hace portavoz de la modernidad y se erige en escaparate de una nueva estética que no sólo se desarrolla en las grandes ciudades sino que alcanzará toda la geografía del territorio español.

Actualmente, la problemática de la vivienda es otra, pero parece oportuno hacer una reflexión sobre los modelos de vivienda y estudiar los que propusieron los arquitectos del Movimiento Moderno, de los que ha derivado la vivienda actual.