Las águedas de Cogolludo desafían a la nieve para tomar el mando en el pueblo
Las águedas de Cogolludo celebraron el domingo su fiesta grande, interés regional, con el nombramiento de la doctora Paloma Blas como Alcaldesa de Honor. “No soy de dar grandes discursos, más allá de las recomendaciones cotidianas y de los diagnósticos que pueda hacer en la consulta, pero hoy es un día muy especial”, aseguró al tomar la palabra. “Durante todos estos años entre vosotras me habéis enseñado la importancia de esta fiesta”, indicó consciente del alto honor que se le concedía. “Hoy es la fiesta de las Águedas, es vuestra fiesta, esa en la que todas os sentís tan orgullosas de ser mujeres y alzáis la voz para que se os oiga como actores principales de eso que se llama vida”.
Durante su discurso, Blas quiso dejar constancia de que, aunque es mucho lo que se ha logrado en los últimos años, “el camino hacia la igualdad es largo y tortuoso”, como demuestra el hecho de que “todavía las mujeres son denigradas y torturadas por el hecho simplemente de ser mujeres”. Por eso quiso tener un recuerdo “para todas aquellas que perdieron la batalla y para las que siguen luchando”, además de pedir a Santa Águeda “que siga intercediendo por todas nosotras en el día a día como protectora de todas las mujeres”.
Por último, reconoció el importante papel que desempeñan las mujeres de Cogolludo en la localidad, como “fieles custodias de vuestra cultura, de vuestro patrimonio y de todas vuestras tradiciones”.
En Cogolludo, este año el papel de Alcaldesa Mayor lo desempeñó Maribel Rubio Benito, quien tuvo palabras de reconocimiento para Paloma Blas. “Darte las gracias por la labor que haces tan importante como médico de nuestro pueblo, atendiendo y cuidando a los pacientes con respeto y cariño”.
Una vez más, la asistencia a la cita de Cogolludo fue notable, ya que son casi 200 las hermanas que siguen celebrando Santa Águeda. Eso sí, aunque el tiempo y las precipitaciones no impidieron la celebración de la fiesta, sí que influyeron en su desarrollo. Así, la procesión se realizó en el interior del templo, el vermú en los soportales y los bailes regionales en el interior del Palacio de Cogolludo. Y aquí, es necesario señalar el protagonismo especial que tuvieron los niños del pueblo, que bailaron las jotas típicas de la localidad y otras danzas populares. En cuanto a la comida de hermandad, se celebró en el restaurante Hermanos Martínez y estuvo amenizada por la tuna y un vaquillón.