Las águedas de Cogolludo se vuelcan en un homenaje en ancestral a su patrona

06/02/2011 - 21:17 Erika Katamoro

 
Cogolludo se vistió ayer de gala para continuar con la celebración de las águedas, cuyos actos ya comenzaron el pasado viernes. Con un tiempo inmejorable, cientos de mujeres sacaron a la calle sus trajes de alcarreñas para rendir homenaje a su Patrona junto a familiares, amigos y visitantes. La jornada comenzó con la recogida de las alcaldesas Mayor y de Honor, Belén Benito y Nuria Matamala, respectivamente, quienes luego protagonizaron uno de los momentos más emotivos a la hora de los discursos. Una misa, la procesión, acompañados por las correspondientes comida y merienda, así como por los consabidos bailes pusieron el broche a la fiesta de Santa Águeda..
Las águedas de Cogolludo no podían haber tenido mejor día para su celebración, declarada de Interés Turístico Regional. Bajo un cielo despejado y un sol radiante, cientos de mujeres se dieron cita ayer en la plaza Mayor de Cogolludo acompañadas por la Banda provincial de Música para recoger a sus alcaldesas Mayor y de Honor 2011, cargos que este año han recaído en Belén Benito y en la directora de la Banda provincial de Música Nuria Matamala, respectivamente. Con cuentagotas, las mujeres, ricamente ataviadas con sus trajes de alcarreñas, se fueron dejando ver en pequeños corrillos, a la espera de acudir a recoger a las alcaldesas. Ramos de flores en mano, principalmente claveles, daban el toque de vistosidad a la mañana, que se iba alegrando con los primeros acordes de la Banda. Los primeros visitantes también llegaron a Cogolludo, algunos con abrigos de pieles que luego se harían innecesarios por el calor, a la espera del comienzo de los actos mientras miembros de la Corporación municipal encabezados por el alcalde, Ángel Sierra, hacían acto de presencia, entre otros miembros de la clase política. “Es un día muy grande”, no dudó en asegurar la responsable de la Oficina de Información y Turismo del munnicipio, Inés Martín, quien puso de relieve el cambio experimentado con los años en esta festividad dedicada a su Patrona. “Antes las mujeres iban parando a la gente y recaudando algún céntimo para el chocolate de por la tarde”, recordaba, mientras que “ahora se nos da todo hecho”. De las águedas asegura con emoción que “la antigüedad distingue la fiesta”, en el caso de Cogolludo, además de que “el estar unidas y en armonía es algo muy bonito”. En torno a las 11.00 de la mañana llegó el esperado momento. El redoble del tambor anunciaba la hora de acudir en busca de las alcaldesas. Por la calle del Comercio comenzó a desfilar la comitiva, encabezada por un pequeño grupo de mujeres, seguidas por la música de la Banda provincial, y el resto de águedas, que por un momento se cruzaron con unas despistadas que acudían en busca de un café. Las voces femeninas cantaron a su alcaldesa Mayor, “todas contentas”, mientras la escoltaban de vuelta al Ayuntamiento. En lo alto de la calle esperaban no pocos objetivos deseosos de plasmar para el recuerdo a las engalanadas mujeres, grandes protagonistas no sólo del día sino del fin de semana. Allí, en la Casa Consistorial, llegó la hora de los discursos, entre los que hubo menciones especiales a hermanas ya desaparecidas. Una emocionada y nerviosa alcaldesa Mayor, tal y como señaló la misma Belén Benito, agradeció a todos los asistentes su presencia y, sobre todo, expresó su más sinceras felicitaciones a las águedas. La alcaldesa Mayor quiso recordar los motivos por los que este año la alcaldesa de Honor había recaído en Nuria Matamala. “Una vecina muy querida” y “bellísima persona” fueron algunos de los halagos que Benito dedicó a la alcaldesa de Honor, visiblemente emocionada. No fue el único elogio hacia su persona. La propia Martín también indicó que “esta vez no se ha elegido por la alcurnia sino por el corazón”, en alusión a la alcaldesa de Honor. Así, Benito realizó la entrega a ésta última de la banda y el bastón de mando junto a un bello ramo de flores. Matamala procedió a la lectura de su discurso, en el que destacó que el día de ayer “lo voy a recordar siempre”. Recordando la historia de la santa a la cual se honró durante este viernes y el día de ayer, la alcaldesa de Honor aseguró sentirse orgullosa de “formar parte de la vida de este pueblo” y “desde el placer y el honor que supone este día animo a no olvidar esta festividad”. Matamala también recibió una placa conmemorativa de la mención y una gran cesta envuelta en celofán con “productos típicos de la zona”. La alcaldesa de Honor no quiso ser menos y devolvió el gesto a la Junta directiva con unos discos de la Banda provincial. Los vivas a Santa Águeda pusieron el fin al acto para dar paso a la misa y procesión, seguidas del baile y vermú en la plaza, antes de la comida. Por la tarde fueron un chocolate, las jotas de Cogolludo y los bailes los que despidieron la jornada.