Las banderas de las comunidades autónomas desvelan su significado en Guadalajara

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: BEATRIZ PARIENTE
VEXILOLOGÍA
La Sociedad de Vexilología profundiza en la materia con dos conferencias
En el año 1997, la Sociedad Española de Vexilología celebró un congreso nacional de esta disciplina que estudia las banderas, los pendones y los estandartes en Guadalajara. Fruto de esta celebración, los organizadores firmaron un convenio de colaboración con la Diputación provincial de Guadalajara en virtud del cual la Sociedad se ofrecía, de forma gratuita, como asesora para aquellos municipios o entidades locales que quisieran dotarse de una bandera.
Además, el convenio incluyó la celebración de charlas o exposiciones para dar a conocer la vexilología a la población en general. Con estos antecedentes se celebró ayer la primera de las dos conferencias que constituyen el ciclo sobre banderas organizado por la Sociedad de Vexilología y la Diputación de Guadalajara.
El ingeniero de telecomunicciones y miembro de la Sociedad Rafael Luis Gómez se encargó ayer de profundizar en la temática sobre banderas de las comunidades autónomas, haciendo un breve recorrido por la historia que ha antecedido al diseño de las banderas de 19 autonomías.
Para empezar, Gómez distinguió las banderas históricas o heráldicas de las autonómicas o regionales, entendiendo que las primeras provienen de los blasones antiguos y pasaron de escudos nobiliarios a telas, mientras que las segundas proceden de vínculos más historicistas.
“Cada una de ellas tiene una historia muy particular”, señaló el especialista, como es el caso de la bandera de Castilla-La Mancha, cuyo diseño, que se debe a Ramón José Maldonado, incluye el escudo o pendón de Castilla sobre un fondo carmesí y una segunda parte de color blanco que recuerda a las Órdenes Militares de Ca­latrava, Santiago y San Juan, cuyas milicias conquistaron, organizaron y administraron la tierra y cuyos pendones fue­ron siempre blancos.
En cuanto a su antigüedad, la bandera de Castilla-La Mancha es una de las más jóvenes del país. Data de 1980 y se equipara en edad a otras como la de Baleares. Por contra, la que atesora más antigüedad es la de Castilla y León, con casi mil años de historia.
Castilla-La Mancha posee uno de los sistemas más complicados a la hora de oficializar el diseño de una bandera. En su caso, la legislación obliga al municipio solicitante a comunicarlo a la Real Academia de la Historia y ésta puede tardar entre unos meses y varios años en responder a la demanda, lo que desanima a muchos a la hora de emprender el proceso. De las cinco provincias de Castilla-La Mancha, Guadalajara y Albacete son las que poseen un porcentaje más bajo de número de banderas. Con 288 municipios y 25 entidades menores, Guadalajara sólo cuenta con 26 banderas aprobadas y al menos siete municipios más con banderas arraigadas, aunque sin seguir la legislación vigente.

Banderas locales
En la jornada de hoy, los interesados en la vexilología o aquellas personas que quieran introducirse en esta disciplina podrán conocer el origen de las banderas de Guadalajara. A partir de las 19.30 horas, en la Biblioteca de Investigadores del Centro San José, el físico y vicepresidente de la Sociedad Jorge Hurtado Maqueda profundizará en las banderas locales de la provincia. En su caso, detallará los orígenes de banderas como la de Valverde de los Arroyos y su diseño en forma de uve, que habla por sí misma del pueblo; o el de Almonacid de Zorita, que lleva la Cruz de Calatrava sobre un fondo blanco rodeado por dos franjas azules. Otras banderas tienen un significado más complicado de descifrar, como es el caso de la bandera de Sacedón, “cuya tipología tan modernista no se sabe a qué se puede asociar”.