Las consecuencias del mal vivir

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Ortiga
No es la primera vez que lo decimos, la mala vida tiene sus consecuencias. Quien no hace deporte y se dedica a comer chucherías y comida poco sana, es probable que acabe padeciendo un infarto, y los ladrones casi siempre terminan entre rejas. La Guardia Civil ha vuelto a demostrar la teoría. Los ladrones bien podrían creer que esta provincia era suya, que podían campar por ella a sus anchas, pero mire usted, no es así. En esta ocasión siete detenciones avalan la hipótesis.
Los ladrones, en uno de esos gestos tan difíciles de comprender se abonaron a la práctica de repetir víctimas. Que si robo tres veces en Sigüenza, que si lo hago otras dos en Atienza. Y al final, como era lógico, cayeron donde tenían que caer. Es una buena noticia para la población y mala para ellos. Se siente. Eso les pasa por querer hacer sangre de una provincia en la que todos estamos acostumbrados a vivir en paz. En los pueblos siempre se ha practicado aquello del “yo duermo con la puerta abierta” y algunos quieren fastidiarnos la tradición. Ahora toca alegrarse, no es tan fácil ser el rey del mundo como algunos se piensan.