Las ‘consultas jóvenes’ amplían el límite de edad de los 19 a los 25 años

21/09/2010 - 19:50 B.P

Desde el año 2001, los centros sanitarios de Atención Primaria ofrecen a los jóvenes una oportunidad de expresar sus inquietudes personales con discreción y trato directo. Se trata de la Consulta Joven, una modalidad de atención dirigida especialmente a los adolescentes que surgió como respuesta a las necesidades de los jóvenes entre 14 y 19 años. En la actualidad, estas consultas han ampliado el límite de edad hasta los 25 años al entender que los adolescentes de hoy en día tardan más en alcanzar la edad adulta.
Los centros de salud que más consultas jóvenes ofrecen son el del Alamín y el del Balconcillo
Estas consultas se nutren no sólo de especialistas en medicina de familia, sino también en profesionales de trabajo social, encargados de escuchar, analizar, diagnosticar, tratar o resolver todo tipo de problemáticas.
    Pilar Palermo, una de las doctoras que participa en este tipo de consultas, señala que cuando los jóvenes desconocen la existencia de este servicio específico que se ofrece desde la práctica totalidad de los centros de salud de la capital se realiza una labor de captación activa: “La captación se hace a través de los administrativos, los médicos, los trabajadores sociales, las enfermeras... Se les orienta y se le envía a cualquier centro de salud, por cuestiones de confidencialidad. Además, no hace falta que muestre la tarjeta sanitaria”. En otros casos, cuando el paciente ya conoce la existencia de esta prestación, “directamente, pregunta por ella”.
    En cuanto a la respuesta ofrecida “puede suceder –explica Palermo– que si se trata de un caso urgente se le atienda en el mismo momento o se programe si se ve que no es necesario”.

Problemática

Las cuestiones más comunes que se abordan en este tipo de consultas específicas para jóvenes se relacionan con hábitos de vida, costumbres no saludables, como el consumo de alcohol, sexualidad –se les ofrece detallada información acerca de los diferentes métodos anticonceptivos, incluida la conocida como píldora del día después–, etc. En este último caso, después de la entrada en vigor de la ley que permite la venta de estas cápsulas en las farmacias este tipo de consultas han visto decrecer el número de visitas de jóvenes, al menos en lo que se refiere específicamente a la solicitud de este método de anticoncepción de urgencia, el último al que debe recurrirse tanto por los efectos secundarios que produce –no protege contra enfermedades de transmisión sexual– como por el hecho de que puede romper un óvulo ya fecundado.
    El temor que aún existe a la hora de poner sobre la mesa estas realidades con libertad provoca que los adolescentes afronten en solitario cuestiones como la sexualidad o el consumo de sustancias tóxicas. Esto es, precisamente, lo que pretenden evitar estas consultas, al presentarse como una vía abierta dentro del sistema sanitario para resolver cualquier tipo de duda.
    Los centros de salud que más consultas jóvenes ofrecen son el del Alamín y el del Balconcillo, y el perfil de los usuarios, “normalmente chicas acompañadas por sus amigas que se preocupan por su sexualidad” y que tienen una edad aproximada de 17 años.