Las Cortes aprueban una resolución contra el almacén pese a la oposición del PP
01/10/2010 - 09:45

Por: F.C.V. GUADALAJARA
Almacén nuclear
Los socialistas arguyen los peligros del silo y los populares hablan de alarmismo
Las Cortes de Castilla-La Mancha consideran que no debe instalarse ningún Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Castilla-La Mancha, en ninguna de sus provincias, en ninguno de sus municipios. Ésta es la resolución que ayer propuso Santiago Moreno, portavoz del Grupo Socialista, y que no logró el respaldo del PP. Una resolución de mínimos, aseguraba Barreda, con la finalidad de que en el debate no entrara la polémica sobre los alcaldes y no se trasladara al ámbito de la confrontación política, algo que no se logró.
El presidente Barreda aseguró que prevenir siempre es preferible a curar y hay algunas cosas que no tendrían solución, y que si el Parlamento autonómico de forma clara y firme dice que no queremos que se instale en Castilla-La Mancha, haremos que esa posibilidad resulte muy improbable. Barreda esgrimió razones climatológicas y de origen natural -como reza el propio estudio de seguridad del diseño del ATC- para argumentar el rechazo de Castilla-La Mancha a que esta instalación se ubique en la región, y especialmente en los municipios de Yebra, Villar de Cañas y Villar del Pozo, que lo han solicitado. Aludió así a los sucesos externos de origen natural o inducidos por el hombre que puedan afectar eventualmente a la seguridad de la instalación, al hecho de que los emplazamientos tengan riesgos potenciales de terremotos, grandes inundaciones por precipitaciones extremas y otros con riesgo por accidentes catastróficos como la proximidad a aeropuertos.
Barreda destacó que Villar de Cañas no está cerca de ninguna central y complica el transporte, que Villar del Pozo está cerca del aeropuerto de Ciudad Real y del área del terremoto que afectó a Pedro Muñoz el 12 de agosto de 2007; que en Yebra también ese año hubo un movimiento sísmico, y que en esa comarca en julio de 1987 hubo una importante inundación, al igual que en Yebra y Almoguera hubo inundaciones en 1995 que dejaron 11 víctimas, a consecuencia de precipitaciones extremas, una de ellas el propio director de la central nuclear.
Y eso no es demagogia, no es información alarmista sino fidedigna y contrastada, datos objetivos de acontecimientos recientes que pueden comprobarse con facilidad y que descalifican a estas poblaciones para albergar el ATC. José María Barreda apeló a su obligación de señalar todos estos riesgos potenciales para prevenir los accidentes y evitar situaciones, consciente de que la pretensión de la región no es tener la razón absoluta sino evidenciar que sí tenemos muchas razones para oponernos y nadie debería descalificarnos por ello.
Barreda, que no quiso entrar a provocar un debate sobre la energía nuclear ni invadir competencias que no nos correspondan, ni decirle al Gobierno de España cómo debe gestionar materias que están a su cargo, insistió en el derecho y obligación que las Cortes tienen de pronunciarse ante una indudable polémica que afecta a toda la región y sobre la que Castilla-La Mancha tiene la obligación de pronunciarse.
Defiendo el derecho a expresar con claridad qué nos gusta y qué no, qué modelo de desarrollo deseamos y cuáles son nuestras prioridades, que la Cámara manifieste su oposición a la instalación del ATC por muy diversas y poderosas razones, entre las que citó también el valor paisajístico y monumental de las tres localidades castellano-manchegas que han presentado su candidatura a albergar esta instalación.
Así, explicó, Yebra está afectada en 25 kilómetros a la redonda por valores naturales protegidos y tiene cerca el Parque Arqueológico de Recópolis; Villar de Cañas tiene cerca el Parque Arqueológico de Segóbriga y el Monasterio de Uclés, mientras que próxima a Villar del Pozo se encuentra la ciudad de Almagro y el Parque Arqueológico de Alarcos.
Igualmente, apeló al modelo alternativo que defiende y tiene Castilla-La Mancha en materia de energía y un modelo de desarrollo sostenible que no pasa por incrementar las instalaciones nucleares, sino con el desarrollo de energías renovables y potenciar recursos endógenos, y agregó que precisamente cerca de Villar de Cañas y Yebra hay instalaciones eólicas.
Barreda destacó que Villar de Cañas no está cerca de ninguna central y complica el transporte, que Villar del Pozo está cerca del aeropuerto de Ciudad Real y del área del terremoto que afectó a Pedro Muñoz el 12 de agosto de 2007; que en Yebra también ese año hubo un movimiento sísmico, y que en esa comarca en julio de 1987 hubo una importante inundación, al igual que en Yebra y Almoguera hubo inundaciones en 1995 que dejaron 11 víctimas, a consecuencia de precipitaciones extremas, una de ellas el propio director de la central nuclear.
Y eso no es demagogia, no es información alarmista sino fidedigna y contrastada, datos objetivos de acontecimientos recientes que pueden comprobarse con facilidad y que descalifican a estas poblaciones para albergar el ATC. José María Barreda apeló a su obligación de señalar todos estos riesgos potenciales para prevenir los accidentes y evitar situaciones, consciente de que la pretensión de la región no es tener la razón absoluta sino evidenciar que sí tenemos muchas razones para oponernos y nadie debería descalificarnos por ello.
Barreda, que no quiso entrar a provocar un debate sobre la energía nuclear ni invadir competencias que no nos correspondan, ni decirle al Gobierno de España cómo debe gestionar materias que están a su cargo, insistió en el derecho y obligación que las Cortes tienen de pronunciarse ante una indudable polémica que afecta a toda la región y sobre la que Castilla-La Mancha tiene la obligación de pronunciarse.
Defiendo el derecho a expresar con claridad qué nos gusta y qué no, qué modelo de desarrollo deseamos y cuáles son nuestras prioridades, que la Cámara manifieste su oposición a la instalación del ATC por muy diversas y poderosas razones, entre las que citó también el valor paisajístico y monumental de las tres localidades castellano-manchegas que han presentado su candidatura a albergar esta instalación.
Así, explicó, Yebra está afectada en 25 kilómetros a la redonda por valores naturales protegidos y tiene cerca el Parque Arqueológico de Recópolis; Villar de Cañas tiene cerca el Parque Arqueológico de Segóbriga y el Monasterio de Uclés, mientras que próxima a Villar del Pozo se encuentra la ciudad de Almagro y el Parque Arqueológico de Alarcos.
Igualmente, apeló al modelo alternativo que defiende y tiene Castilla-La Mancha en materia de energía y un modelo de desarrollo sostenible que no pasa por incrementar las instalaciones nucleares, sino con el desarrollo de energías renovables y potenciar recursos endógenos, y agregó que precisamente cerca de Villar de Cañas y Yebra hay instalaciones eólicas.