Las limpiadoras de colegios y centros sociales también sopesan a ir a la huelga

 

Tras la presentación pública, hace casi un mes, por parte de CCOO, UGT y el Grupo municipal Socialista de las condiciones de “incumplimiento” del pliego de condiciones de la empresa Clece, encargada del mantenimiento de las dependencias municipales, el conflicto que mantiene en jaque a unas 80 trabajadoras con su empresa continúa vivo pero sin modificaciones. José Luis Picazo, responsable de actividades diversas de CCOO expone que “seguimos igual. No se han producido nuevos contactos con la empresa”. El conflicto se remonta, no obstante, a hace casi un año, tiempo durante el cual los sindicatos y la empresa han negociado sin llegar a un acuerdo satisfactorio para las trabajadoras. La empresa esgrime a su favor que “no llegan casi a pagar las nóminas”, mientras que las trabajadoras exigen “el pago del IPC” para no peder poder adquisitivo.

 

   De hecho, sus sueldos, correspondientes en la mayoría de casos a medias jornadas, ya son lo suficientemente ajustados, aseguran. Además del IPC, otra de sus reclamaciones es una política más adecuada en lo que a suplencias se refiere. “Me esfuerzo más, corro y eso va en mis costillas”, comenta una trabajadora de la limpieza. Ya en su momento llevaron ante el juez, tal y como explican, el hecho de que no se cubrieran las suplencias pero “el juez dijo que mientras que el cliente, es decir, los colegios, centros sociales, no diga que no sale el trabajo...”. Al tratarse de espacios públicos frecuentados por mayores y niños, como los centros educativos o centros de Bienestar Social, “la mayoría de las trabajadoras no son capaces de dejar una clase sin limpiar o un baño sin hacer aunque falte una compañera”.

 

   El siguiente paso, tal y como señalan desde CCOO, es volver de nuevo a “negociar con la empresa, que llevamos ya un año y, si no sucede nada, el siguiente paso serían paros o una huelga”. No obstante, las trabajadoras de la limpieza no quieren llegar a este extremo para lograr que se cumpla el pliego de condiciones que la empresa firmó con el Ayuntamiento de Guadalajara –sobre el que los sindicatos critican su indiferencia ante el conflicto–. “La gente tiene miedo a quedarse varios días sin sueldo”, cuentan. No obstante, ninguna opción es descartable, tal y como indican desde el sindicato. Las trabajadoras de la limpieza están al tanto de situaciones parecidas, aunque no iguales, como el retraso en el pago de los profesionales de limpieza del Hospital Universitario de Guadalajara, que se resolvió la semana pasada justo un día después de que se anunciara la intención de recurrir a la huelga para reclamar sus derechos.