Las muertes en carretera son las mismas que hace 50 años con 25 veces más vehículos
01/10/2010 - 09:45
Por: F.C.V. GUADALAJARA
En los últimos 10 años han perdido la vida 323 personas en las vías provinciales
Durante estos días se conmemora en Guadalajara los 50 años de la creación de la Dirección General de Tráfico y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La subdelegada del Gobierno, Araceli Muñoz de Pedro, recuerda que esta decisión vino dada ante la necesidad de poner orden al boom de crecimiento del parque automovilístico. Fue en 1959 cuando se adoptaron las decisiones pertinentes, con el objetivo de reglamentar las matriculaciones, los permisos de conducir, reordenar las sanciones y planificar campañas encaminadas a la prevención de los accidentes, que comenzaron en 1961.
Desde entonces el parque automovilístico ha ido aumentando sin cesar, un incremento que ha ido parejo al del número de accidentes, hasta que en el periodo 2003-2004 comenzara la curva descendiente, hasta alcanzar en 2009 niveles de accidentalidad similares a los que se producían en los 60, pero con 25 veces más vehículos. Según datos ofrecidos por la subdelegada, en 1960 se registraron nueve muertos en las carreteras de la provincia, en un año en el que se contabilizaron tan sólo 6.083 vehículos matriculados. Actualmente el parque automovilístico en Guadalajara es de 165.472, unas 25 veces más. En cambio, entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de agosto se han contabilizado 10 muertes, dos menos que en el mismo periodo del año anterior.
Durante los últimos cinco años se ha logrado mantener el número de fallecidos por debajo de los 30 anuales, exceptuando el año 2005, cuando el accidente de Sigüenza, que causó siete muertos, disparó las cifras por encima. La jefa provincial de la DGT, María Martín, quiso destacar además el descenso en el número de accidentes y en el de heridos graves, entre 2008 y 2009. En el primero de los años se produjeron 240 siniestros, con 103 heridos graves y 307 leves. Esta cifra ha bajado hasta los 157 accidentes, con 58 graves y 171 leves. Unos datos que se han reducido igualmente en la campaña de verano. Entre el 1 de julio de 2008 y el 31 de agosto se cifraron cinco víctimas, mientras que en el mismo periodo de este año se han reducido en dos. Si el plazo lo incrementamos a los últimos 10 años, el saldo es dramático: 323 personas perdieron la vida.
Aún así siguen siendo muchos los muertos en carretera, asevera Muñoz de Pedro, que recuerda que el objetivo idóneo es el lograr siniestralidad cero, siempre con la referencia de reducir al 50% en 2010 la cifra actual de siniestros, atendiendo a los objetivos de la UE. Entre los factores que destaca a la hora de valorar este descenso se encuentran el firme compromiso de la DGT en trabajar para evitar las muertes en carretera; la mayor concienciación en educación y Seguridad Vial, que ha entrado a formar parte en la asignatura de Educación para la Ciudadanía; así como la colaboración de Ayuntamientos, policías locales, centros médicos, y empresas automovilísticas, entre otros.
Entre otras decisiones que han contribuido a la reducción de los accidentes ha sido el establecimiento del carné por puntos, en julio de 2006, y la entrada en vigor, al año siguiente, de la modificación del Código Penal en materia de Seguridad Vial, estableciendo penas de cárcel. Entre ese mes y la actualidad se han detraído 96.681 puntos de 29.000 denunciados. Además se han abierto 250 expedientes de retirada de carné, de los que 80 volvieron a recuperar el permiso tras los pertinentes cursos, y 60 están en su fase inicial de tramitación.
Muñoz de Pedro destacó la importancia de la labor de los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de cara al logro de estas cifras. Su presencia en las carreteras resulta reconfortante, afirma, destacando su faceta en el auxilio a la ciudadanía: hacen las veces de psicólogos, guías turísticos, y ejercen labores de primeros auxilios. En la actualidad conforman una plantilla de 144 efectivos, uno de ellos femenino, que se suman a la conformada por los 37 funcionarios de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Tridente alcohol, cinturón y casco
Erradicar el consumo de alcohol, las altas velocidades y habituar al conductor a usar el cinturón de seguridad han sido los tres objetivos principales de la DGT desde que se establecieran los correspondientes dispositivos de seguridad y medición. En 1973 se establece en 0,8 ml de alcohol por litro de sangre como límite permitido para conducir. Las primeras campañas de ingesta de alcohol se remontan a 1977 y, cuatro años más tarde, comienzan a realizarse los controles preventivos de alcoholemia. En 1999 se rebaja el listón a 0,5 para conductores y 0,3 para profesionales, límite que en la actualidad se mantiene en los mismos valores, pero con sanciones más elevadas.
En 1959 Volvo es el primer productor de vehículos en instalar el cinturón de seguridad de serie en los asientos delanteros. Su obligatoriedad fue establecida para la carretera en 1975. En 1992 ya era obligatorio para todos los ocupantes, tanto en carretera, como en ciudad.
En 1973 se empiezan a estudiar los medidores de velocidad, lo que hoy se conoce como radares, y en 1987 se sanciona a más de un millón y medio de conductores por circular a una mayor velocidad de la permitida. El primer radar móvil data de 1994, el mismo año que en Despeñaperros se puso el primer radar fijo, con película fotográfica, que requería la presencia de la Guardia Civil para retirar la información.
Durante los últimos cinco años se ha logrado mantener el número de fallecidos por debajo de los 30 anuales, exceptuando el año 2005, cuando el accidente de Sigüenza, que causó siete muertos, disparó las cifras por encima. La jefa provincial de la DGT, María Martín, quiso destacar además el descenso en el número de accidentes y en el de heridos graves, entre 2008 y 2009. En el primero de los años se produjeron 240 siniestros, con 103 heridos graves y 307 leves. Esta cifra ha bajado hasta los 157 accidentes, con 58 graves y 171 leves. Unos datos que se han reducido igualmente en la campaña de verano. Entre el 1 de julio de 2008 y el 31 de agosto se cifraron cinco víctimas, mientras que en el mismo periodo de este año se han reducido en dos. Si el plazo lo incrementamos a los últimos 10 años, el saldo es dramático: 323 personas perdieron la vida.
Aún así siguen siendo muchos los muertos en carretera, asevera Muñoz de Pedro, que recuerda que el objetivo idóneo es el lograr siniestralidad cero, siempre con la referencia de reducir al 50% en 2010 la cifra actual de siniestros, atendiendo a los objetivos de la UE. Entre los factores que destaca a la hora de valorar este descenso se encuentran el firme compromiso de la DGT en trabajar para evitar las muertes en carretera; la mayor concienciación en educación y Seguridad Vial, que ha entrado a formar parte en la asignatura de Educación para la Ciudadanía; así como la colaboración de Ayuntamientos, policías locales, centros médicos, y empresas automovilísticas, entre otros.
Entre otras decisiones que han contribuido a la reducción de los accidentes ha sido el establecimiento del carné por puntos, en julio de 2006, y la entrada en vigor, al año siguiente, de la modificación del Código Penal en materia de Seguridad Vial, estableciendo penas de cárcel. Entre ese mes y la actualidad se han detraído 96.681 puntos de 29.000 denunciados. Además se han abierto 250 expedientes de retirada de carné, de los que 80 volvieron a recuperar el permiso tras los pertinentes cursos, y 60 están en su fase inicial de tramitación.
Muñoz de Pedro destacó la importancia de la labor de los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de cara al logro de estas cifras. Su presencia en las carreteras resulta reconfortante, afirma, destacando su faceta en el auxilio a la ciudadanía: hacen las veces de psicólogos, guías turísticos, y ejercen labores de primeros auxilios. En la actualidad conforman una plantilla de 144 efectivos, uno de ellos femenino, que se suman a la conformada por los 37 funcionarios de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Tridente alcohol, cinturón y casco
Erradicar el consumo de alcohol, las altas velocidades y habituar al conductor a usar el cinturón de seguridad han sido los tres objetivos principales de la DGT desde que se establecieran los correspondientes dispositivos de seguridad y medición. En 1973 se establece en 0,8 ml de alcohol por litro de sangre como límite permitido para conducir. Las primeras campañas de ingesta de alcohol se remontan a 1977 y, cuatro años más tarde, comienzan a realizarse los controles preventivos de alcoholemia. En 1999 se rebaja el listón a 0,5 para conductores y 0,3 para profesionales, límite que en la actualidad se mantiene en los mismos valores, pero con sanciones más elevadas.
En 1959 Volvo es el primer productor de vehículos en instalar el cinturón de seguridad de serie en los asientos delanteros. Su obligatoriedad fue establecida para la carretera en 1975. En 1992 ya era obligatorio para todos los ocupantes, tanto en carretera, como en ciudad.
En 1973 se empiezan a estudiar los medidores de velocidad, lo que hoy se conoce como radares, y en 1987 se sanciona a más de un millón y medio de conductores por circular a una mayor velocidad de la permitida. El primer radar móvil data de 1994, el mismo año que en Despeñaperros se puso el primer radar fijo, con película fotográfica, que requería la presencia de la Guardia Civil para retirar la información.