Las obras de la N-320 obligan a desplazar varias paradas de bus usadas por 7.000 personas al día

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
Se han situado 70 metros más abajo para desbloquear la salida de ambulancias
El Ayuntamiento de Guadalajara se ha visto obligado a desplazar las tres paradas de autobús –tres marquesinas– situadas junto al acceso al Hospital Universitario de Guadalajara con el objetivo de desbloquear la salida de ambulancias del centro hospitalario, así como despejar el tránsito de los vehículos que llegan a la capital a través de la carretera N-320 y los que realizan el cambio de sentido en este punto para volver a la ciudad procedentes, en su mayoría, de la zona comercial de la avenida de Eduardo Guitián.
Así lo dio a conocer ayer, in situ, la concejala de Transportes y Movilidad, María José Agudo, quien explicó que la decisión ha sido motivada por las molestias que propician las obras de la N-320, que dejan sólo un carril libre para salir del Hospital, lo que provoca que los autobuses, cuando realizan su parada, provoquen serios embotellamientos. “Nos hemos visto obligados”, reconoció la concejala, “a desplazar hasta aquí esta parada de forma totalmente provisional hasta que el Gobierno, la Subdelegación, el Ministerio de Fomento o alguien nos explique qué está pasando con este túnel, porque la obra de El Escorial en comparación con esto se va a quedar pequeña”. Como la propia Agudo prosiguió, “no se dan cuenta de que esto es un punto neurálgico, es la salida de un Hospital, es un punto de encuentro de todos los pueblos que vienen a través de la N-320, es el cambio de sentido que muchísimos ciudadanos tienen obligatoriamente que hacer al salir del centro comercial Ferial Plaza y es ahora mismo un caos”.
Las marquesinas han sido trasladadas a la calle Donantes de Sangre, 70 metros más abajo –en dirección al centro de la capital–, sin que ello haya supuesto coste al Ayuntamiento gracias al trabajo y a la ayuda de los trabajadores de Trapsa, las brigadas municipales y una empresa de construcción. Como aseguró la concejala, se trata de una medida “totalmente provisional”, sabedora de los “perjuicios” que el cambio va a conllevar para 7.000 usuarios al día, que son los que llegan o se van todos los días del Hospital utilizando alguna de las líneas afectadas. Como detalló Juan Manuel Minchillo, responsable de la empresa concesionaria del servicio de transporte urbano, Trapsa, por el Hospital pasan 20 autobuses a la hora y unos 15.000 vehículos al día, sin tener en cuenta las líneas regulares llegadas de diversos pueblos de la provincia que también hacen parada allí.