Las octavas veladas de Arte Sacro volverán a traer la música a tres templos de la capital
Las Veladas de Arte Sacro de Guadalajara se celebrarán este año desde el 6 al 8 de noviembre por octavo año consecutivo. Gracias a su programación tres espacios habituales: iglesias de Santiago, Santa María Micaela y Concatedral de Santa María, se llenarán de la solemnidad y sobrecogimiento que proporciona la música sacra.
Esta oferta de primer nivel se organiza cada año desde el Ayuntamiento de Guadalajara, a través del Patronato de Cultura, gracias a la dirección de Ignacio Yepes, el alma mater de este ciclo y gracias también a la colaboración de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, que ofrece sus templos como escenario.
La programación comenzará el viernes, día 6, a las 20.00 horas, con Música catedralicia para órgano, en la iglesia de Santiago, interpretada por Esther Ciudad. En este caso podremos disfrutar de obras de Bach, Pierné, Guilmant, Dubois y Tchaikovsky.
Al día siguiente, a la misma hora pero en la iglesia de Santa María Micaela, llegará La puerta del Nuevo Mundo, donde Música Ficta tendrá todo el protagonismo de la mano del director Raúl Mallavibarrena.
El domingo, en este caso a las 18.00 horas, en la Concatedral de Santa María, contaremos con el maestro Ignacio Yepes y el programa titulado Evocación de un misterio, con la colaboración de Camerata de Arte y Coiné Ensemble.
Los tres conciertos de este año, según explica Ignacio Yepes, significan una mirada a tres cuadros significativos: a la sed de Dios que siente el alma, a los portadores del Evangelio, y a la Virgen María. Así, el alma necesita a Dios gracias a la fuerza del Espíritu (lo oíremos en el concierto del viernes en la iglesia de Santiago). Lo que conduce a los misioneros es la fuerza del Espíritu (nos lo cantan en el concierto del sábado en Santa María Micaela). Y lo que convierte a María en Madre de Dios es la fuerza del Espíritu (lo reza el concierto el domingo en la Concatedral de Santa María).
Se calcula que participarán en este ciclo alrededor de 1.300 personas, lo que corresponde al aforo de los tres templos.