Las peñas sacan en sus carrozas a los Reyes en Azuqueca de Henares

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Un año más los azudenses no se quedaron en sus casas. Pese a las primeras gotas caídas hacia las seis de la tarde, miles de personas regresaron a las calles de la localidad para recibir y acompañar a los Reyes Magos de Oriente en su discurrir por Azuqueca y su posterior fiesta en el Polideportivo Municipal. Media hora después, la lluvia hizo un paréntesis y las suaves temperaturas facilitaron que fueran aclamados en su trayecto entre el Ayuntamiento y esta instalación. Las peñas públicas demostraron una vez más su buen hacer, con tres magníficas carrozas, a cargo de las peñas El Cebollón, El Trébol y Chupichuskis, las dos primeras de ellas ganadoras del certamen de carrozas de las Fiestas de Septiembre.
A las seis de la tarde ya estaba todo preparado. Los azudenses esperaban impacientes en la plaza de la Constitución la salida de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. El tiempo otorgaba una pequeña tregua: pese a unas primeras gotas amenazantes, la lluvia dejó de caer y las suaves temperaturas fueron propicias. Una situación perfecta para que las miles de personas que se congregaban en las calles de la localidad disfrutaran al cien por cien de un espectáculo que cuenta con una particularidad: son las propias peñas las que elaboran todos los años las carrozas reales. Dos de ellas, a cargo de las asociaciones peñísticas ganadoras del primer y segundo premio del certamen de carrozas de las Fiestas de Septiembre: El Cebollón y El Trébol. La tercera fue realizada por cortesía de Chupichuskis.
Los Reyes repartieron cientos de dulces en su lento discurrir por las calles, mientras que los niños se agolpaban a ambos lados y por detrás y algunos hasta se revolcaban por el suelo para coger los caramelos. A su llegada al Polideportivo Municipal, en la carretera de Alovera, fueron aclamados por cientos de vecinos que les esperaban ya desde un buen rato antes sentados en el graderío y en la cancha. Allí se celebró una fiesta en la que se sortearon diversos regalos entre los niños que depositaron su carta en el Buzón Real. Una tarde inolvidable que sacó un año más a relucir el espíritu popular azudense.