Las prostitutas podrán sustituir sus sanciones por servicios a la comunidad

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MAR GATO. MADRID
La medida, contemplada en el nuevo protocolo de actuación, busca su integración social
El abandono de la prostitución y la integración social es el trasfondo del convenio de colaboración suscrito durante la mañana de ayer por la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Guadalajara, María José Agudo, y la presidenta de la asociación Guada Acoge, Norma Kleinubing, documento en el que se recoge el esperado protocolo de actuación conjunto entre ambas instituciones para ofrecer alternativas a las mujeres que ejercen la prostitución en la vía pública de Guadalajara.
El documento, pionero en el territorio nacional, según manifestó Agudo, “pretende servir de ayuda a aquellas personas que, voluntariamente o no, se encuentran ejerciendo la prostitución en nuestro término municipal”.
El acuerdo toma forma a partir de la entrada en vigor de la modificación sufrida por la Ordenanza de Convivencia Ciudadana el pasado mes de febrero, en la que se recogía la prohibición de la prostitución en los espacios públicos. Desde entonces, la labor de la Policía Local ha sido erradicar esta práctica en la vía pública, informando y persuadiendo a las mujeres en un primer término, y sancionando en aquellos casos en los que ha existido una reincidencia. Su actuación, saldada hasta el momento con diez denuncias, ha permitido que el ejercicio de la prostitución en la calle se haya reducido considerablemente, detectándose actualmente de una forma más esporádica en los puntos hasta ahora más conflictivo, como la carretera de Fontanar en su cruce con la de Marchamalo o en los alrededores de la glorieta de Los Valles.
A partir de ahora, a este doble papel de los agentes locales –informar y sancionar– se le añadirá el de actuar como canalizadores en la prestación de ayuda a estas mujeres, a las que derivará a la asociación Guda Acoge para que éstas reciban el asesoramiento y apoyo especializado necesario que les permita integrarse socialmente con las máximas garantías.
No obstante, el punto más destacado del convenio suscrito entre ambas instituciones es la convalidación o sustitución de las sanciones económicas contempladas en el artículo de la Ordenanza municipal de la Convivencia por trabajos en beneficio de la comunidad que se realizarán en el seno de la Asociación Guada Acoge. Es por tanto que este convenio viene a reforzar, en opinión de la edil municipal, “el compromiso y espíritu general de la citada ordenanza, cuyo fin primordial no es el sancionador, sino el de establecer un marco de convivencia entre todos los ciudadanos, haciendo hincapié en la reeducación y la reinserción social de las personas en grave riesgo de exclusión social”.

Una mano tendida a otro futuro
Las situaciones que contempla el convenio de colaboración se pueden resumir en tres supuestos. El primero de ellos es que la mujer ejerza la prostitución de forma libre y voluntaria y no se tenga intención de abandonar su práctica. La segunda es que la mujer ejerza la prostitución por estar siendo víctima de un delito contra la libertad e identidad sexual, tal y como se define en el Código Penal, y manifieste su deseo de abandonar la prostitución. En el tercer y último caso contempla que la mujer ejerza la prostitución por estar siendo víctima del citado delito, pero no tiene la intención de abandonar la prostitución ni de presentar denuncia.
La actuación de la Policía Local para cada uno de estos casos será distinta. En el caso en el que las interesadas manifiesten su deseo de abandonar la prostitución, pero no dispongan de apoyo ni medios para poder hacerlo, los agentes procederán a llamar a los teléfonos de urgencia de Guada Acoge y trasladarán, si procede, a las interesadas a su sede, donde un equipo de profesionales de distintos campos de actuación –trabajadores y educadores sociales, psicólogos y abogados– realizarán un proyecto de intervención integral para su completa integración e inserción social. Aquí es donde se inicia el trabajo de Guada Acoge. Los primeros pasos de la institución, según Virginia Vázquez, coordinadora de la ONG, será ofrecer a la mujer atención psicosocial con el fin de realizar un diagnóstico de las necesidades que plantea y buscar las alternativas para el abandono de la prostitución. Al refuerzo de su autoestima le seguirá su incorporación en un programa formativo –que incluye desde cursos de castellano, cocina, de búsqueda de empleo–, que le permitirá entrar en contacto con otras mujeres inmigrantes, formando una especie de grupo de autoayuda. El siguiente y último paso será adentrarse en el mercado laboral, algo para lo que Guada Acoge dispone de una bolsa de empleo.
En el supuesto de que la mujer infrinja la ordenanza de convivencia por realizar prácticas de actividades sexuales en las vías públicas de la ciudad, se extenderá la correspondiente denuncia y se les ofrecerá la posibilidad de sustituir la sanción económica –que puede oscilar entre los 750 y 1.500 euros– por trabajos en beneficio de la comunidad –y en el suyo propio– que se realizarán en la Asociación Guada Acoge. Si a pesar de ello la mujer no se plantea dejar la prostitución, algo que implicará posibles nuevas sanciones, Guada Acoge le brindará la posibilidad de asistir a un servicio de ayuda psicológica, “porque entendemos que el ejercicio de la prostitución no es nada agradable”, explica Vázquez.

Un servicio abierto
La trata de mujeres es el oscuro trasfondo de la prostitución en Guadalajara. El proxeneta sigue siendo hoy la figura más temida por las mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución. No obstante, deshacerse de este yugo será a partir de ahora más fácil con la ayuda de Guada Acoge, que tiende una mano a estas mujeres poniendo a su disposición un servicio jurídico que les ayudará en cuestiones relacionadas con las denuncias de trata, así como en la regularización de sus papeles en caso de no ser su país de origen del área comunitaria; todo ello de manera totalmente gratuita.
La ayuda de Guada Acoge no sólo se centra en la prostitución callejera, también se extiende a la ejercida en los pisos, especialmente extendida en el último año. A estas mujeres también se destina el servicio de ayuda asistencial, psicológica, jurídica, formativa y socio-laboral.