Las tres casas de acogida cubren la demanda regional de plazas para mujeres

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: DIANA PIZARRO
En la actualidad hay 88 mujeres y 177 menores en los 15 centros de la región
La violencia de género finalizó el 2009 con una lista negra de 68 mujeres asesinadas en todo el país. Se trata de una lacra social que, año tras año, deja su impronta en toda la sociedad, pero principalmente en las familias que se ven afectadas por estos hechos.
Por ello, la cobertura a las mujeres víctimas de este tipo de violencia es esencial en una sociedad que quiere pasar página. En este sentido, la provincia cuenta con un sistema de protección vinculado a las otras cuatro provincias castellanomanchegas, constituyendo una red de casas de acogida y centros de atención integral que pretenden sacar a estas mujeres del pozo sin fondo al que han sido abocadas. En Guadalajara, en concreto, funcionan tres casas de acogida, con cerca de diez plazas en conjunto. La casa ubicada en Azuqueca de Henares dispone de cuatro plazas, mientras que de los dos centros de la capital, uno esté reservado para las mujeres víctimas del tráfico y la explotación sexual, con cuatro plazas. El otro hogar acoge a víctimas de la violencia de género, además de que cuenta con centro de urgencia. No obstante, en el caso de Azuqueca también hay posibilidad de habilitar este servicio.
Esta red de centros se completa con los de la región, que cuenta con total con 15 centros, de los que ocho son casas de acogida, dos casas para mujeres jóvenes, una casa de acogida para mujeres víctimas de tráfico y explotación sexual, dos centros de atención integral y dos centros de urgencia. En ellos se atiende en la actualidad a un total 88 mujeres y 177 menores. “Una de las premisas del Instituto de la Mujer es que la víctima no debe permanecer nunca en el lugar de la agresión, a no ser que se trate de un caso de urgencia. Por ello la red no es provincial, sino regional, y si el maltrato se produce en Guadalajara, probablemente la víctima sea acogida, por ejemplo, en Albacete”, explica la delegada del Instituto en Guadalajara, María José Naranjo, quien, en cuanto a la capacidad de los hogares, señala que “no sólo hay que contabilizar finalmente las cuatro plazas para las mujeres, sino que en algunos casos se amplían hasta 10 o 12, dado que están acompañadas, en algunos casos, por sus hijos”.
En la provincia de Guadalajara se desarrolla además un programa “pionero” en colaboración con la asociación azudense Mujeres por las Mujeres. “Se trata de incidir en la atención a los menores implicados en estos casos, que también son víctimas de la violencia de género”, explica la delegada, quien insiste en la “necesidad del apoyo psicológico “tanto dentro como fuera de la vivienda”. “Cada situación y cada mujer son un proyecto personal, por lo que es importante no tratarlas solamente en el momento en que se produce la situación de emergencia, sino que probablemente sea necesario ampliar esos cuidados hasta un año”, recalca la delegada.