Lo religioso se mezcló con lo pagano en una Cabalgata de caramelos mojados
05/01/2011 - 21:15

La lluvia cayó con intermitencia a lo largo del recorrido
La ilusión no se quita con agua. La débil lluvia que cayó en el jornada de hoy aunque con cierta intensidad en momentos puntuales, como el tránsito de la comitiva desde Bejanque hasta Santo Domingo no fue óbice para echar por tierra la tradicional Cabalgata de Reyes. No en vano, responsables de la seguridad aseguraron que, salvo casos extremos, la suspensión de la cita ni siquiera es negociable ante las inclemencias climatológicas, que sí pudieron, no obstante, causar problemas, especialmente entre los elementos animales participantes, tendentes a resbalar, como ya ha ocurrido otros años. Aun con todo, hubo una nube de paraguas entre el público asistente, masivo como es habitual a ambos lados del recorrido.Pero esta vez el protagonismo no se lo llevaron los cuadrúpedos, no muchos esta vez, por cierto. Las carrozas empujadas por bueyes de Melchor, Gaspar y Baltasar se insertaban entre otras que, como ya adelantara hace unos días el concejal de Festejos, Jaime Carnicero al que se veía paseando nervioso de un lado a otro minutos antes del comienzo de la Cabalgata por el recorrido, hacían referencia a varios pasajes bíblicos.
La carroza de la estrella que guió a los Reyes Magos hasta el portal de belén iba a la cabeza angelitos incluidos, seguida por la del séquito romano del gobernador de Judea de la época, Herodes, y por otra de la anunciación.
A continuación llegaron las de los tres Reyes, que fueron las que comenzaron de forma masiva a lanzar los tradicionales caramelos, muchos de los cuales acababan mojados en el suelo. Además, la Banda provincial de Música generaba el ambiente adecuado con ritmos de villancico.
Tal y como estaba previsto, y para entendimiento de esos pasajes bíblicos para aquellos menos familiarizados con el hecho histórico y religioso que se celebra en estas fechas, los miembros de una comparsa encabezaban la Cabalgata repartiendo folletos informativos que explicaban el contenido de la misma.
Lo cierto es que también entre lo estrictamente religioso tenía cabida lo pagano, aunque en el furgón de cola de la Cabalgata, con divertidos muñegotes que bailaban de forma divertida al son de la música o un caballo gigante de cartón que imitaba, a cámara lenta, el trote de uno de carne y hueso, que además servía para cerrar el desfile.
Los espectadores más rezagados, aquellos que pensaron ver las ocho carrozas y las nueve comparsas en el último momento, pudieron quedarse con las ganas, ya que sólo las tres carrozas de los Reyes Magos tomaron el camino de vuelta por el Paseo del Doctor Fernández Iparraguirre en el cruce con la calle Sigüenza para proceder a la adoración final del Niño Jesús en Santo Domingo.
En una solución práctica para días amenazados por la lluvia, el Ayuntamiento había instalado una pantalla gigante en Santo Domingo desde la que se podía ver en tiempo real y gracias a la colocación de varias cámaras en el recorrido lo que iba aconteciendo. Y el agua caída del cielo se encargó de que resultara exitosa, así como los abundantes soportales de la plaza en los momentos en los que más apretaba la lluvia.
Dispositivo de seguridad
Una cita con tamaña congregación de personas requiere igualmente poner en marcha un intenso dispositivo de seguridad que controle que todo transcurre por los cauces esperados.
Así, del orden de 35-40 agentes de la Policía Local de Guadalajara han sido elementos activos para coordinar el desfile, especialmente en lo que se refiere a la regulación del tráfico.
La organización de la seguridad se inició la noche anterior, en torno a las 22.00-23.00 horas del martes, cuando los agentes procedieron a la señalización del recorrido, indicando mediante cartelería que la zona debería de estar libre de vehículos al día siguiente para no entorpecer el paso de carrozas y comparsas y facilitar la visualización del evento.
Ya en la mañana de hoy la labor se intensificó, invitando a la retirada de los vehículos que continuaban en el recorrido y cerrando con conos las zonas de aparcamiento para evitar nuevos estacionamientos.
Sobre las 13.00-14.00 horas dio comienzo el dispositivo de manera permanente, periodo en el que empezó a hacer acto de aparición la grúa municipal para sacar del recorrido aquellos coches que aún permanecían en él.
A las 16.00 horas, según señaló el intendente jefe de la Policía Local, Julio Establés, todos los agentes municipales que formaron parte del dispositivo, incluidos los mandos, se encontraban en los puestos previamente asignados.
En ese momento comenzaron a ejecutarse los cortes de circulación previstos y en orden escalonado, de tal forma que el primero tuvo lugar en la calle Madrid, que es donde se inició el recorrido y posteriormente se iba haciendo lo propio con las vías por las que subía la Cabalgata.