Los aceites domésticos usados de Yebes y Valdeluz se podrán reciclar en cuatro contenedores urbanos

28/02/2012 - 13:34 Redacción

Una persona consume 20 litros de aceite al año, de los que al menos cuatro se desechan. Con una población de 2.700 habitantes, Yebes y Valdeluz generan al año alrededor de 10.800 litros de aceite vegetal de uso doméstico que, en la mayoría de los casos, se eliminan por el desagüe del fregadero. Un litro de este residuo contamina 1.000 litros de agua en la red de saneamiento. Si el gasto en vertido a la pila es de cinco litros de agua por cada uno de aceite, la ecuación es simple: el consumo anual para este menester llega a 54.000 litros de agua. Y otro dato más. Depurar un kilo de grasa cuesta 1’45 €, lo que representa 15.660 euros al año. Hablando en clave de impacto ambiental, un litro de aceite usado emitido a la atmósfera equivale a 1,32 kilogramos de CO2. En el caso de Yebes y Valdeluz, si ese residuo fuera reciclado cada año se evitaría la emisión de 14 toneladas de dióxido de carbono al aire.
Son cálculos estimativos con los que el Ayuntamiento de Yebes quiere concienciar a la población sobre la necesidad de reciclar este residuo altamente contaminante. Para ello, desde esta semana los vecinos del municipio disponen de cuatro contenedores para que puedan reciclar el aceite que emplean en las cocinas de sus hogares. La Concejalía de Medio Ambiente ha suscrito un convenio con la empresa SERCAMPO para colaborar en el desarrollo sostenible del municipio mediante la gestión eficaz de la recogida y reciclado del aceite vegetal usado. Tres contenedores se han instalado en el núcleo urbano de Valdeluz y uno más en el casco urbano de Yebes.
Vidal Gaitán explica que con esta actuación se pretende “evitar que el aceite llegue diluido a la red de saneamiento”. El concejal de Medio Ambiente recuerda que el vertido de estos residuos por los sumideros hace que aumente el consumo de agua potable, “un derroche poco recomendable en este pertinente época de sequía que estamos sufriendo en nuestro país”. El servicio está dirigido sobre todo a particulares y comunidades de vecinos, así como a los establecimientos de hostelería que hay en el municipio, “que son uno de los principales generadores de este aceite usado de origen vegetal y a los que ofrecemos la posibilidad de colaborar con un gestor autorizado para prestar este servicio de forma gratuita”.
La empresa SERCAMPO, que tiene su sede en Cuenca, ha diseñado y patentado estos contenedores de uso exclusivo para el reciclado de aceites vegetales que han sido homologados para el cumplimiento de la normativa vigente. Estos depósitos tienen una capacidad de 240 litros y disponen de una boca de vertido con tapa de caucho que evita la salida de olores y adaptada a todo tipo de envases. Una cubeta de seguridad situada en la parte inferior recoge los aceites de desecho que se puedan derramar.
Las características técnicas de estos contenedores evitan pérdidas a la vía pública y minimiza cualquier deterioro como consecuencia de un acto vandálico. Para garantizar el correcto depósito del residuo es imprescindible que se realice en un envase con cierre hermético, como puede ser un simple tapón de rosca. Gaitán dice que sería recomendable que el recipiente sea de plástico, “como botellas de agua o refrescos, con un tamaño de uno o dos litros, aunque también admite garrafas de hasta cinco litros”. El edil de Medio Ambiente apela a la responsabilidad de los usuarios para no verter en su interior otro tipo de sustancias, en especial, aceites minerales de automoción, “que además de ser un residuo muy peligroso, neutralizarían el proceso de reciclaje”.
El servicio de recogida y mantenimiento será prestado de forma gratuita por la empresa durante un periodo de diez años, tal y como estipula el acuerdo suscrito entre ambas partes. Este sistema garantiza la retirada controlada de los aceites usados en el término municipal de Yebes y la posterior manipulación del mismo. La utilización de estos residuos líquidos como materia prima para la elaboración de carburante biodiesel certifica que no retornarán a la cadena alimenticia. Los estudios que se han realizado al respecto avalan que el ciclo biológico en la producción-consumo de biodiesel reduce el 80% de las emisiones de CO2 y casi al cien por cien las de dióxido de azufre (SO2).