Los Armaos de Sigüenza marchan por las calles seguntinas
01/10/2010 - 09:45

Por: Redacción
SEMANA SANTA- PROCESIÓN DEL VIERNES SANTO
Las calles de la Ciudad del Doncel acogieron un Viernes Santo más a las tradicionales y solemnes procesiones que protagonizan los Armaos y los hermanos de la vela. El obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sanchez presidió los actos oficiales de la Semana Santa seguntina, donde el buen tiempo animó a vecinos y visitantes a participar de la vistosidad de estos actos religiosos.
Santo Sepulcro fundadas entre los siglos XVI y XVII son las encargadas de organizar los actos religiosos y procesiones en la Ciudad del Doncel. Los Armaos, emblemas de la Pascua seguntina, vestidos con traje de corte guerrero, casco y armadura forjada, recorrieron, éste año sí, las calles de la localidad portando sus lanzas con la solemnidad que les caracteriza.
La anécdota del año pasado fue que de la nevada que cayó hubo que suspender la procesión y repetirla al día siguiente porque normalmente esta procesión sale a las 21.00 horas del viernes y la pasaron al sábado a las 19.00 horas y quedó un poco descafeinada, explica el alcalde de Sigüenza, Francisco Domingo, quien destaca que el buen tiempo de este año, especialmente sin lluvia, animó a vecinos y foráneos a participar de la procesión más emblemática de la Semana Santa seguntina. Este año, afortunadamente transcurrió con total normalidad y contamos además con la presencia de la consejera de Administraciones Públicas y Justicia, Magdalena Valerio, que acompañó a la corporación municipal y a todos los presentes con la devoción, solemnidad y tradición típica de Sigüenza, comenta el alcalde seguntino, quien asegura que este año han recibido numerosos turistas en la que ya es la segunda localidad más turística de Castilla-La Mancha.
El Viernes Santo tuvo lugar dos procesiones, la de por la mañana da comienzo en tres lugares diferentes: las iglesias de San Pedro, Santa María y San Vicente.
Solemnidad y respeto
La disciplina y paso marcial de los Armaos irrumpió en la noche seguntina, donde sólo sus pasos se dejan notar en la procesión del Silencio, la más popular de la localidad. El Cristo yacente seguido de la Virgen de la Soledad, fueron cargados por los Armaos mientras procesionaron por las naves de la catedral.
La comitiva recorre las calles hasta llegar a la residencia de ancianos donde el silencio se rompe con el golpeo de la puerta tras el cuál se abre, simbolizando la entrada al Santo Sepulcro y en su iglesia es depositado. Más tarde, los hermanos de carga de los Armaos se reunieron en la tradicional cena de cofradía, que consiste en un plato de judías viudas coloradas, acompañadas de ensalada de lechuga, cumpliendo así el último viernes de vigilia.
Novedades
El obispo diocesano presidió los oficios de la Semana Santa en Sigüenza, una de las novedades de este año. Un año lo hace en Guadalajara y otro en Sigüenza.
En la Semana Santa seguntina de este año, José Sánchez asistió el Viernes Santo, 2 de abril, a las 13.00 horas a la bendición de la restaurada ermita de la Vera Cruz y del Santo Sepulcro, al lado del monasterio de las Ursulinas. A partir de ahora allí, se custodiarán los pasos procesionales, que en los últimos treinta años se conservaban en la parroquia de Santa María.
Por otro lado, el sermón de Soledad, previo a la procesión del Santo Entierro, fue predicado este año por Jesús de las Heras. Fue a las ocho y media de la tarde en el altar de la Virgen de la Mayor de Sigüenza.
La anécdota del año pasado fue que de la nevada que cayó hubo que suspender la procesión y repetirla al día siguiente porque normalmente esta procesión sale a las 21.00 horas del viernes y la pasaron al sábado a las 19.00 horas y quedó un poco descafeinada, explica el alcalde de Sigüenza, Francisco Domingo, quien destaca que el buen tiempo de este año, especialmente sin lluvia, animó a vecinos y foráneos a participar de la procesión más emblemática de la Semana Santa seguntina. Este año, afortunadamente transcurrió con total normalidad y contamos además con la presencia de la consejera de Administraciones Públicas y Justicia, Magdalena Valerio, que acompañó a la corporación municipal y a todos los presentes con la devoción, solemnidad y tradición típica de Sigüenza, comenta el alcalde seguntino, quien asegura que este año han recibido numerosos turistas en la que ya es la segunda localidad más turística de Castilla-La Mancha.
El Viernes Santo tuvo lugar dos procesiones, la de por la mañana da comienzo en tres lugares diferentes: las iglesias de San Pedro, Santa María y San Vicente.
Solemnidad y respeto
La disciplina y paso marcial de los Armaos irrumpió en la noche seguntina, donde sólo sus pasos se dejan notar en la procesión del Silencio, la más popular de la localidad. El Cristo yacente seguido de la Virgen de la Soledad, fueron cargados por los Armaos mientras procesionaron por las naves de la catedral.
La comitiva recorre las calles hasta llegar a la residencia de ancianos donde el silencio se rompe con el golpeo de la puerta tras el cuál se abre, simbolizando la entrada al Santo Sepulcro y en su iglesia es depositado. Más tarde, los hermanos de carga de los Armaos se reunieron en la tradicional cena de cofradía, que consiste en un plato de judías viudas coloradas, acompañadas de ensalada de lechuga, cumpliendo así el último viernes de vigilia.
Novedades
El obispo diocesano presidió los oficios de la Semana Santa en Sigüenza, una de las novedades de este año. Un año lo hace en Guadalajara y otro en Sigüenza.
En la Semana Santa seguntina de este año, José Sánchez asistió el Viernes Santo, 2 de abril, a las 13.00 horas a la bendición de la restaurada ermita de la Vera Cruz y del Santo Sepulcro, al lado del monasterio de las Ursulinas. A partir de ahora allí, se custodiarán los pasos procesionales, que en los últimos treinta años se conservaban en la parroquia de Santa María.
Por otro lado, el sermón de Soledad, previo a la procesión del Santo Entierro, fue predicado este año por Jesús de las Heras. Fue a las ocho y media de la tarde en el altar de la Virgen de la Mayor de Sigüenza.