Los arquitectos anuncian que recurrirán en los tribunales el concurso del Palacio de Congresos

No es la primera acción que se lleva a cabo desde la demarcación alcarreña para invalidar el proceso. Ya el pasado mes de octubre, una vez conocido el pliego de cláusulas administrativas particulares que regirían la contratación de la redacción del proyecto y ejecución del Palacio de Congresos, el colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha presentó un recurso de reposición por entender que varias cláusulas de los pliegos y los criterios de adjudicación podían ser ilíctos y contrarios a los intereses de los arquitectos. En este documento se planteaban dos posibles ilegalidades en las que se podía incurrir de llevar a cabo el proceso. Por una parte, “se entendía que éste no era un proyecto que pudiese acogerse a una contratación conjunta de la elaboración del proyecto y la ejecución de las obras ya que, a pesar de que en el pliego la Cámara de Comercio se refiere al artículo 108 de la Ley 30/2007 de Contratos del Sector Público, este mismo articulado indica que eso solo se podría hacer cuando motivos de orden técnico obligasen necesariamente a vincular al empresario a los estudios de las obras y cuando estos motivos deben estar ligados al destino o a las técnicas de ejecución de la obra. Es decir cuando existe una urgencia tal en la ejecución que se justificase con el fin de la obra. Ese sería el caso de un colegio o un hospital, pero no de un Palacio de Congresos”, apunta Embid García.

El segundo aspecto sobre el que se sustentaba ese recurso de reposición sería la falta de publicidad que se dio a la composición de la Mesa de Contratación, algo que se refleja en Real Decreto 817/2009, de 8 de mayo, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público. “Su composición se publicará en el perfil de contratante del órgano de contratación correspondiente con una antelación mínima de siete días con respecto a la reunión que deba celebrar para la calificación de la documentación referida en el artículo 130.1 de la Ley 30/2007, de 30 de octubre”, recoge la ley. Algo que según el Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha no se habría cumplido en este caso. “La mesa de contratación tiene que ser publicada en el pliego y, aunque eso no saliera publicado, lo lógico es que si el 60% de la valoración de la adjudicación depende del proyecto de arquitectura y la mesa de contratación tiene 10 miembros, al menos el 50% de los mismos deberían ser arquitectos y no sólo uno, como ocurrió finalmente”, indica el presidente de la demarcación de Guadalajara del Colegio de arquitectos de Castilla-La Mancha. “Estos procesos son siempre oscurantistas porque tú designas a dedo a quien va a estar en la Mesa de Contratación, mientras que, en los concursos de arquitectura, los arquitectos eligen, el colegio elige, se hacen jurados abiertos y plurales. Aquí ha sido el yo me lo guiso y yo me lo como y, por tanto, se lo va a comer quien se lo va a comer, alguien que está en la Cámara. Se lo va a comer el vicepresidente de la Cámara”, conjetura el presidente de la demarcación del Colegio de Arquitectos en Guadalajara. “Con este concurso sentíamos que éramos toreados y que, con el tiempo, nos darían el estoque y a corrales”, puntualiza en términos taurinos. A pesar de la iniciativa presentada en la institución cameral, el Colegio de Arquitectos, una vez agotados todos los plazos para recibir sin éxito una respuesta de la Cámara, está estudiando iniciar trámites legales con la presentación de un recurso ante el Tribunal Contencioso-Administrativo de Castilla-La Mancha. “Como algunos ya sospechábamos, por el comportamiento histórico de la Cámara, a fecha de hoy no nos han contestado. Ahora tenemos dos meses para presentar el recurso contencioso-administrativo que ya se está redactando y que se presentará contra el pliego publicado por la Cámara y contra el órgano de tutela, que es la Consejería de Industria”, asegura.

Para llevarlo a cabo está previsto que el recurso se eleve a la Junta de Gobierno del Colegio, que se celebrará este mes en Toledo y que deberá dar el visto bueno para continuar con el proceso legal.“No son sólo los aspectos legales, sino, también, la discriminación que se plantea al no dar opciones a los jóvenes arquitectos. Ninguna empresa va a encargarle a un arquitecto joven un proyecto de esas características. Eso nos parece injusto. Si se hace un concurso, el arquitecto presenta su trabajo y puede tener recién terminados sus estudios o llevar 50 años de profesión. Es un trato discriminatorio. Cuando se hace algo con tan poca transparencia supongo que es porque hay interés en que alguien gane”, sentencia.