Los colombianos celebran con los azudenses la fiesta del Alumbrado en la iglesia de la Santa Cruz

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Como se hiciera desde el siglo V de forma espontánea para celebrar el Dogma de la Inmaculada Concepción, decenas de colombianos, acompañados por vecinos de Azuqueca y otros visitantes, celebraron ayer la fiesta del Alumbrado consistente en el encendido de velas para celebrar esta buena nueva. Ayer, alrededor de unas 250 personas repitieron esta antigua fiesta en la iglesia de Santa Cruz, donde volvieron a trasladar a sus conciudadanos la importancia de preservar las tradiciones intactas aun permaneciendo fuera del país. En esta ocasión, el encendido de las velas se produjo a la salida del templo, tras la celebración de la misa a cargo del párroco colombiano padre Juan.
Desde hace un mes, varios colombianos de la localidad de Azuqueca han mantenido reuniones cada ocho días con el padre Juan y el Padre Juanjo, de la parroquia Santa Cruz, a fin de organizar los preparativos de una de las más tradicionales celebraciones navideñas de Colombia. Se trata de la fiesta del Alumbrado, una tradición que se celebra en la localidad desde hace cuatro años y que tiene en la eucaristía, la comunión y la luz de las velas sus elementos básicos.
Ana Milena García Parra, una de las organizadoras de la fiesta, cuenta que el origen de la celebración se liga a la necesidad de la comunidad colombiana de mantener sus tradiciones también en sus países de destino. De hecho, la carta que se leyó al término de la celebración animó a los presentes a preservar esta costumbre “pese a estár lejos y a enseñar a los hijos a seguir con las tradiciones tal y como nos enseñaron a nosotros nuestros padres”. No obstante, la fiesta del Alumbrado no se circunscribe únicamente a la población colombiana. “Estamos abiertos a que venga gente de todas las nacionalidades”, cuenta García, quien asegura que “todos los años nos acompañan muchos españoles”. Ayer, la tónica no pudo ser diferente. Alrededor de 250 personas, principalmente colombianos, pero también azudenses autóctonos, acudieron hasta el templo para realizar sus ofrendas y peticiones, escuchar la introducción en la que se explicó el motivo de la fiesta, la eucaristía a cargo del padre Juan y, por último, la carta final, con la que se recalcó que, a pesar de la situación de crisis mundial, es necesario mantener la fe y las tradiciones intactas.
En esta ocasión, el punto fuerte de la ceremonia se pospuso hasta el final de la eucaristía, cuando el padre Juan, el primero en salir del templo, encabezó el recorrido de feligreses hacia la salida, todos ellos portando velas encendidas. Este gesto conmemora una tradición propia de Colombia en honor a la Virgen de la Soledad. Allí, las familias “encienden velas y faroles para alumbrar todas las ciudades”. Una vez en la calle, la estampa de los vecinos portando las llamas hizo que muchos colombianos recordaran las fiestas de sus pueblos donde durante los días 7 y 8 de diciembre se encienden millones de velas desde hace siglos. Y es que fue en el Concilio de Efeso, celebrado en el año 431 donde el papa San Clementino definió el dogma de la Inmaculada Concepción o, lo que es lo mismo, que María fue concebida sin mancha de pecado original. Al conocerse la noticia, la gente salió a las calles para celebrarlo prendiendo velas y antorchas. Desde ese entonces, la fiesta del alumbrado se ha extendido por todo el mundo.
Junto a este instante, también resultó de gran emotividad la celebración de ofrendas y peticiones a la Virgen de la Soledad. Un año más, los más pequeños de la familia, vestidos con los trajes típicos colombianos, se encargaron de realizar entregas simbólicas de alimentos ante la talla. Cestas de frutas y verduras o café, entre otros artículos, rodearon la imagen de la Virgen.
El coro colombiano puso la nota musical al evento, interpretando canciones típicas con toques navideños.
Además, a partir del próximo miércoles, día 16, darán comienzo las Novenas al Niño, tal y como lo llaman los ciudadanos colombianos, consistentes en la celebración de misas alrededor del Belén hasta el próximo día 24, coincidiendo con el nacimiento del Niño Jesús.