Los cuatro imputados por la muerte de Montoya niegan los hechos y denuncian maltrato

01/04/2014 - 12:42 D. Pizarro

Los cuatro imputados por la muerte de Antonio Montoya declararon este martes en la Audiencia Provincial de Guadalajara en la primera sesión del juicio, que tiene lugar cuatro años y medio después de los hechos ocurridos en Mondéjar. A grandes rasgos, los imputados negaron haber estado el 25 de noviembre en la casa de la víctima, negaron haberle robado y haber acabado con su vida. También incurrieron con contradicciones entre ellos y con las anteriores declaraciones realizadas ante la Guardia civil y el Juzgado. Por último, los cuatro aseguraron que en algún momento fueron maltratados física y psicológicamente por agentes de la Guardia Civil, lo que, según ellos, les llevó a hacer declaraciones que nada tenían que ver con los hechos. Por todo ello, los abogados de la defensa solicitaron la libre absolución de sus representados, mientras que el Ministerio Fiscal mantuvo 13 años por homicidio y cuatro por robo con violencia. La acusación particular, por su parte, solicitó 15 años por homicidio y cinco por robo con violencia e intimidación.

El primer en declarar fue F.J.B.H, quien a preguntas de la fiscal reconoció haber trabajado tres meses en la empresa de muebles de la víctima como repartidos. La relación entre ambos era, a su juicio, “buena”, y aseguró no tener conocimiento de sus rutinas ni de si Antonio Montoya se llevaba sobres de dinero a casa con la caja del día para ingresarlos en el banco al día siguiente. “A mí no me interesa si tenía o no dinero”, señaló F.J.B.H cuando la fiscal le dijo que según los trabajadores de la empresa ese hecho era “sobradamente conocido”. En cuanto al hecho de que Montoya le dejase a deber 200 euros en concepto de tickets de comida, el imputado dijo que le debía “a todo el mundo”, y que él, cuando confirmó que no iba a recibir el dinero, se lo cobró quedándose con una caja de herramientas de la empresa que tenía en su coche. “No le doy importancia a esa cantidad de dinero, ni aunque fueran 200.000 euros”, aseguró. El imputado rectificó las declaraciones realizadas anteriormente ante Guardia Civil y Juzgado, y aseguró que llegó a su casa sobre las 21.30 horas, y que como cumplía seis meses con su novia, lo celebró con una cena en la que sólo estuvieron los dos juntos. Ella, según relató, se marchó a su casa sobre las 23.30 horas, “ya que entonces tenía 17 años”. En anteriores declaraciones, F.J.B.H. había dicho que había llegado sobre las 19.30 horas y que había estado en casa, además de con su novia, con algunos amigos jugando a la videoconsola. Esto fue negado este martes. También negó haber remitido, durante su estancia en prisión, una carta a su novia solicitándole que mantuviera una de las versiones. “Lo que le dije fue que recordase bien lo que pasó”. Al igual que harían después los otros imputados, F.J.B.H. aseguró que las otras declaraciones que negó este martes estuvieron motivadas por las “palizas” de los agentes de la Guardia Civil durante diversos interrogatorios. Sin embargo, señaló que no denunció los hechos. “Me sentaron en una silla y me inflaron la cabeza a golpes. (…) Me decían que me iban a pegar dos tiros”. F.J.B.H. relató que se enteró de los hechos al día siguiente sobre las 9.00 horas, y que él “siempre” sospechó del hermano de la víctima, a quien, no obstante, llegó a dar el pésame.
Le siguió en las declaraciones R.L.V., quien supuestamente, según el escrito del Ministerio Fiscal, permaneció en la planta baja de la casa de la víctima para vigilar. Sin embargo, él aseguró que el día de la muerte de Antonio Montoya estuvo en su casa en el pueblo de Mondéjar desde las 20.00 horas, ya que jugaba el Real Madrid un partido de la Liga de Campeones, “y siempre me ha gustado ver las previas de los partidos”. Así, también señaló que “desde el primer día” se sintió presionado por la Guardia Civil, justificando así el cambio en su declaración. La “intimidación” de los guardias civiles que denunció tampoco fue puesto en conocimiento de la autoridad judicial. También negó, como se recoge en declaraciones previas, haber consumido cuatro gramos de cocaína, porros y cervezas. Para terminar, se recordó que su abogado ha presentado un informe médico en el que se le reconoce una minusvalía que le afecta, según él mismo, “a la hora de aprender, pues no tengo la misma capacidad de análisis”.
El tercero en declarar fue D.C.I, amigo de F.J.B.H. y residente en Valdemoro. Él, supuestamente, fue el que puso a disposición de los imputados el coche para trasladarse a la casa de la víctima, esperándoles en la plaza a la espera de que finalizase el robo. El, siguiendo al resto de procesados, negó los hechos, asegurando que sólo se trasladaba a Mondéjar en fin de semana y para visitar a su amigo “más o menos cada dos meses, según me permitía mi trabajo”. El homicidio, no obstante, se produjo en miércoles. D.C.I. dijo que no le gustaba el fútbol y que, por tanto, no fue a verlo a casa de su amigo. En cuanto a su relación con el resto de acusados, explicó que los conoció unos días antes, coincidiendo con la salida de R.L.V. del calabozo por hechos que no fueron explicados. Ese día se trasladó al pueblo para enseñar a su amigo su nuevo coche, un Opel Astra negro. También este imputado ha alegado una minusvalía que le afecta a la memoria.
Por último, R.S.L. también acusó a la Guardia Civil de obligarle a reconocer hechos en los que no participó. El día del homicidio, dijo haber estado trabajando por la mañana y por la tarde, paseando a sus perros en compañía de su primo. Precisamente vivía en ese momento con la familia de su primo en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio.