Los escolares se despiden de las clases durante tres meses
01/10/2010 - 09:45
Ayer, los colegios de Guadalajara cerraron sus puertas para dar comienzo un largo período de descanso que se prolongará durante más de dos meses para regocijo de los afortunados estudiantes.
Durante las últimas semanas, los centros educativos de la provincia han festejado el fin de curso a través de actividades que han tratado de involucrar no sólo a los propios estudiantes, sino también a sus profesores y a sus padres.
Las representaciones teatrales, los juegos deportivos, las exposiciones de las creaciones realizadas por el alumnado durante el curso y las fiestas han sido la tónica general que ha precedido a la última jornada del curso 2007/2008.
Los alumnos se mostraban encantados frente a la idea de pasar tres meses de vacaciones en los que, además, se abren para ellos cada vez mayor número de posibilidades de ocio y entretenimiento. Para los padres, sin embargo, el fin de curso se presenta de forma distinta, o bien como una posibilidad de pasar más tiempo con sus retoños o, en algunos casos, como un quebradero de cabeza a la hora de dejar a los niños al cuidado de alguien.
Una opción es encontrar a alguien que se haga cargo de ellos y los tenga controlados en casa, ya sea un familiar o algún canguro. Otra, mucho más sugerente para los escolares, es apuntarles a algún campamento de los que se ofrecen durante el verano. Los campamentos urbanos, como el que ofrece el colegio de Adoratrices o los Salesianos, son dos de las opciones que podemos encontrar en la capital, aunque existen muchas más adaptadas a los gustos de las familias y, también, a sus bolsillos.
Las representaciones teatrales, los juegos deportivos, las exposiciones de las creaciones realizadas por el alumnado durante el curso y las fiestas han sido la tónica general que ha precedido a la última jornada del curso 2007/2008.
Los alumnos se mostraban encantados frente a la idea de pasar tres meses de vacaciones en los que, además, se abren para ellos cada vez mayor número de posibilidades de ocio y entretenimiento. Para los padres, sin embargo, el fin de curso se presenta de forma distinta, o bien como una posibilidad de pasar más tiempo con sus retoños o, en algunos casos, como un quebradero de cabeza a la hora de dejar a los niños al cuidado de alguien.
Una opción es encontrar a alguien que se haga cargo de ellos y los tenga controlados en casa, ya sea un familiar o algún canguro. Otra, mucho más sugerente para los escolares, es apuntarles a algún campamento de los que se ofrecen durante el verano. Los campamentos urbanos, como el que ofrece el colegio de Adoratrices o los Salesianos, son dos de las opciones que podemos encontrar en la capital, aunque existen muchas más adaptadas a los gustos de las familias y, también, a sus bolsillos.