Los fieles cumplen con la tradicional bendición de ramos de olivo y palmas

24/03/2013 - 15:48 D. Pizarro

No pudo empezar este domingo de mejor forma la Semana Santa en Guadalajara. Pese a las pesimistas previsiones del tiempo, que anunciaban lluvia para todo el fin de semana, la primera procesión de la Pascua disfrutó del sol, lo que hizo que la afluencia de los vecinos de Guadalajara fuera muy alta.
Hacia las 11.00 horas, numerosas personas se concentraban en los alrededores de la iglesia de San Ginés, donde se pudo recoger el tradicional ramo de olivo que después sería bendecido. Así, de dos grandes montones apostados en la puerta del templo, se cortaban ramos, unos más grandes, probablemente para compartir con la familia, y otros más pequeñitos que los niños lucían con orgullo. La salida de la imagen de la entrada de Jesús en Jerusalén dio comienzo a la bendición de las ramitas de olivo y las palmas, que le acompañaron durante todo el recorrido de la procesión. Detrás iba el obispo Atilano, así como autoridades como el alcalde de Guadalajara, Antonio Román; la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos; y el delegado de la Junta, José Luis Condado. Y centenares de vecinos, que quisieron acompañar a la imagen hasta su llegada a la Concatedral de Santa María. Esto se produjo exactamente cuando el reloj marcaba las 12.00 del mediodía, con lo que el resonar de las campanas del templo adquirió todo el protagonismo sonoro