Los ganaderos de la Sierra Norte se unen para comercializar su ternera
01/10/2010 - 09:45
Reconocen que están en crisis, pero quieren superarla. Por eso la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte ha decidido vender su carne bajo la denominación Guadanorte. Para ello han solicitado un etiquetado facultativo que les permitirá comercializarla garantizando al consumidor un nivel de calidad que, a su entender, no alcanza mucha carne llegada desde fuera.
El sector tiene muchos problemas, pero nosotros estamos buscando soluciones. Queremos transmitir optimismo. Así de contundente se mostraba ayer el secretario general de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos, Ángel García. Junto al presidente de la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte, Julián Arenas, dieron a conocer las acciones que se están realizando para conseguir una marca de calidad que distinga la carne de ternera de la provincia. Aprovechando que desde el año 1999 la Agrupación tiene registrada la marca Guadanorte, el pasado 30 de abril solicitaron a la Junta de Comunidades un etiquetado facultativo. Una vez esté aprobado, podrán comercializar un producto homogeneizado que tenga garantizado la calidad de la carne. Queremos que todo lo que llegue a las carnicerías tenga ese gusto tan apetecible que caracteriza a nuestra carne, que está elaborada con materias primas de primera calidad.
Desde la Agrupación ya han mantenido contactos con carniceros de la provincia para colocar sus productos una vez puedan comercializarse. Hay que tener en cuenta que hablamos de una carne buena, que es demandada en Parla y Mercamadrid. Tampoco son muchos animales. Las 2.000 cabezas, explica, se convertirían en unos 600.000 kilogramos de carne que, a tres euros el kilogramos, podrían convertir en 1,8 millones de euros. Un dinero que también serviría para alimentar los bares y comercios situados en el medio rural.
Según indicó García, los aproximadamente 2.000 terneros están en cebaderos repartidos por Cantalojas, Espinosa, Galve de Sorbe, Valdeavellano, Aldeanueva, Sigüenza, El Cardoso, Campillo de Ranas, Peñalva, La Nava y de Majaelrayo. En total, participarán unos 18 ganaderos de los 45 que actualmente se encuentran afiliados a la agrupación, aunque según está la crisis están engordando unos siete u ocho. Otros sólo tienen vacas nodrizas, ya que sus terneros terminan en Segovia o Madrid. Queremos que ese ciclo se cierre en Guadalajara.
Para el programa de calidad del etiquetado facultativo han presentado un presupuesto de actividades de 45.000 euros en el que va incluida la asistencia técnica; formación para ganaderos y la certificación del programa. Una empresa de auditoría externa debe garantizar que se ha tratado al animal de forma correcta. Además, se están haciendo obras en la propia tienda situada en la sede de APAG para incluir en ella un apartado dedicado a la carne de Guadanorte, a la que se sumaría la marca de calidad Cordero de La Alcarria, que también ha presentado un programa de etiquetado facultativo. Según los cálculos de García, en unos cuatro o cinco meses podrían tener el permiso de etiquetado facultativo y para finales de año la tienda completamente adaptada.
Desde la Agrupación ya han mantenido contactos con carniceros de la provincia para colocar sus productos una vez puedan comercializarse. Hay que tener en cuenta que hablamos de una carne buena, que es demandada en Parla y Mercamadrid. Tampoco son muchos animales. Las 2.000 cabezas, explica, se convertirían en unos 600.000 kilogramos de carne que, a tres euros el kilogramos, podrían convertir en 1,8 millones de euros. Un dinero que también serviría para alimentar los bares y comercios situados en el medio rural.
Según indicó García, los aproximadamente 2.000 terneros están en cebaderos repartidos por Cantalojas, Espinosa, Galve de Sorbe, Valdeavellano, Aldeanueva, Sigüenza, El Cardoso, Campillo de Ranas, Peñalva, La Nava y de Majaelrayo. En total, participarán unos 18 ganaderos de los 45 que actualmente se encuentran afiliados a la agrupación, aunque según está la crisis están engordando unos siete u ocho. Otros sólo tienen vacas nodrizas, ya que sus terneros terminan en Segovia o Madrid. Queremos que ese ciclo se cierre en Guadalajara.
Para el programa de calidad del etiquetado facultativo han presentado un presupuesto de actividades de 45.000 euros en el que va incluida la asistencia técnica; formación para ganaderos y la certificación del programa. Una empresa de auditoría externa debe garantizar que se ha tratado al animal de forma correcta. Además, se están haciendo obras en la propia tienda situada en la sede de APAG para incluir en ella un apartado dedicado a la carne de Guadanorte, a la que se sumaría la marca de calidad Cordero de La Alcarria, que también ha presentado un programa de etiquetado facultativo. Según los cálculos de García, en unos cuatro o cinco meses podrían tener el permiso de etiquetado facultativo y para finales de año la tienda completamente adaptada.