Los gastos personales de Brown desatan la polémica
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
La difusión de los gastos reclamados por los miembros del Gobierno británico en virtud de sus prerrogativas como miembros del Parlamento ha provocado una tormenta política en Reino Unido que amenaza con sentenciar la maltrecha popularidad del primer ministro, Gordon Brown, a un año de las elecciones generales en las que los laboristas se juegan el cuarto mandato.
El diario Daily Telegraph publica ayer el listado completo de los gastos demandados por los integrantes del Ejecutivo, comenzando por el propio Brown, quien ha tenido que afrontar la polémica por las 6.500 libras (unos 7.150 euros) que habría entregado a su hermano Andrew para un servicio de limpieza compartido en el piso que posee en el barrio londinense de Westminster. La polémica representa el último episodio de un mes de despropósitos para el mandatario, quien desde la cumbre del G-20 con la que el pasado 2 de abril aspiraba a recuperar el pulso entre los ciudadanos cuenta los reveses por semanas.
Antes de la embarazosa difusión de hoy del periódico conservador, Brown sufrió el escándalo de la campaña difamatoria sobre los tories orquestada por uno de sus colaboradores, perdió su primera votación en el Parlamento y tuvo que retirar parcialmente sus propuestas de reforma, precisamente, del sistema de gastos de los diputados. El primer ministro intentó ayer dimensionar los efectos de las revelaciones publicadas por el Telegraph y asumió que el actual modelo no funciona y debe cambiar, ya que aunque la necesidad de pernoctar en Londres para cumplir con las responsabilidades parlamentarias obliga a los diputados a vivir en dos lugares, es necesario un sistema mejor que el que hay.
Además, en un inédito movimiento, Downing Street difundió una copia del contrato de limpieza de la polémica del piso de Brown y subrayó que no hay nada inusual o incorrecto en el hecho de que el mandatario comparta la asistencia con su hermano y que le abone su parte correspondiente.
Dudas
Sin embargo, el diario que hoy monopoliza el panorama político en Reino Unido se pregunta por qué el primer ministro no había arreglado directamente el pago con la compañía, en lugar de tramitar el pago a través de su hermano Andrew, quien habría recibido 6.577 libras entre 2004 y 2006 por los servicios de limpieza en el inmueble del mandatario, quien por entonces ostentaba la cartera del Tesoro.
Por contra, en un duro editorial, el diario considera los datos revelados un escándalo en el corazón de la democracia, puesto que cree que los diputados intentaron aprovecharse de los réditos del dinero que legítimamente están autorizados a reclamar por su escaño en Westminster y que asciende a 24.000 libras en concepto de gastos de segunda vivienda.
Antes de la embarazosa difusión de hoy del periódico conservador, Brown sufrió el escándalo de la campaña difamatoria sobre los tories orquestada por uno de sus colaboradores, perdió su primera votación en el Parlamento y tuvo que retirar parcialmente sus propuestas de reforma, precisamente, del sistema de gastos de los diputados. El primer ministro intentó ayer dimensionar los efectos de las revelaciones publicadas por el Telegraph y asumió que el actual modelo no funciona y debe cambiar, ya que aunque la necesidad de pernoctar en Londres para cumplir con las responsabilidades parlamentarias obliga a los diputados a vivir en dos lugares, es necesario un sistema mejor que el que hay.
Además, en un inédito movimiento, Downing Street difundió una copia del contrato de limpieza de la polémica del piso de Brown y subrayó que no hay nada inusual o incorrecto en el hecho de que el mandatario comparta la asistencia con su hermano y que le abone su parte correspondiente.
Dudas
Sin embargo, el diario que hoy monopoliza el panorama político en Reino Unido se pregunta por qué el primer ministro no había arreglado directamente el pago con la compañía, en lugar de tramitar el pago a través de su hermano Andrew, quien habría recibido 6.577 libras entre 2004 y 2006 por los servicios de limpieza en el inmueble del mandatario, quien por entonces ostentaba la cartera del Tesoro.
Por contra, en un duro editorial, el diario considera los datos revelados un escándalo en el corazón de la democracia, puesto que cree que los diputados intentaron aprovecharse de los réditos del dinero que legítimamente están autorizados a reclamar por su escaño en Westminster y que asciende a 24.000 libras en concepto de gastos de segunda vivienda.