Los hijos de Marcial Maciel admiten que sufrieron abusos sexuales
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Dos de los tres hijos del fundador de la Orden de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, confirmaron esta semana en una entrevista radiofónica los abusos sexuales a los que les sometió su padre durante ocho años. Primero le conté a mi mamá. Le dije que mi padre había abusado de mí y de mi hermano Omar, explicó José Raúl en una entrevista este miércoles con la emisora MVS Noticias.
Mi primer abuso sucedió cuando tenía siete años de edad, en Colombia. Estaba acostado con él, como cualquier niño, como cualquier hijo de familia con su padre a esa edad (...); decía que su tío le hacía lo mismo, explicó.
Su hermano Omar, hijo adoptivo del prelado fruto de un matrimonio anterior de la madre, explicó, por su parte, que Maciel comenzó a abusar de él cuando se trasladaron a Madrid. Mi primer abuso fue cuando fuimos a Madrid (...) Nos encontrábamos en Madrid, en el mismo cuarto, admitió. Esto definitivamente no tiene explicación alguna de lo que hemos vivido, reconoció, en alusión a los numerosos abusos que sufrieron de manos de su padre.
Ambos reconocieron que fue un tema que no abordaron hasta pasados los dos años y hasta que José Raúl empezó a sentirse raro. Dudé de mi sexualidad, admitió, precisando que el fundador de los Legionarios de Cristo decidió enviarles a España para impedir que salieran a la luz los abusos cometidos contra sus propios hijos, a quienes diagnosticaron cuadros de depresión y alucinaciones.
Rocambolesca historia
La madre, Blanca Estela, que nunca llegó a casarse con Maciel, al que conoció a finales de los años 70, cuando ella tenía 19 años y el clérigo 56, en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California, y con el que tuvo dos hijos, aseguró que se presentó ante ella como un detective privado de nombre José Rivas, que aspiraba a formar una familia después de haber quedado viudo. Blanca Estela admitió, en una entrevista radiofónica con la periodista Carmen Aristegui de CNN México, que el legionario de Cristo aceptó adoptar un hijo suyo fruto de una relación anterior y dijo que, a los tres, les registró con los apellidos González Lara. La madre recuerda cómo Macial se desplazaba con frecuencia a Cuernavaca, para visitar a familiares y cómo en ocasiones se llevaba a los menores con él.
Los hijos del fundador de la Orden de los Legionarios de Cristo reclaman ahora que El Vaticano reconozca que a lo largo de décadas los legionarios abusaron de seminaristas.
El secretario general de la Legión de Cristo, Evaristo Sada, pidió perdón el pasado 22 de febrero a todas las víctimas de actos inmorales cometidos por Marcial Maciel.
Su hermano Omar, hijo adoptivo del prelado fruto de un matrimonio anterior de la madre, explicó, por su parte, que Maciel comenzó a abusar de él cuando se trasladaron a Madrid. Mi primer abuso fue cuando fuimos a Madrid (...) Nos encontrábamos en Madrid, en el mismo cuarto, admitió. Esto definitivamente no tiene explicación alguna de lo que hemos vivido, reconoció, en alusión a los numerosos abusos que sufrieron de manos de su padre.
Ambos reconocieron que fue un tema que no abordaron hasta pasados los dos años y hasta que José Raúl empezó a sentirse raro. Dudé de mi sexualidad, admitió, precisando que el fundador de los Legionarios de Cristo decidió enviarles a España para impedir que salieran a la luz los abusos cometidos contra sus propios hijos, a quienes diagnosticaron cuadros de depresión y alucinaciones.
Rocambolesca historia
La madre, Blanca Estela, que nunca llegó a casarse con Maciel, al que conoció a finales de los años 70, cuando ella tenía 19 años y el clérigo 56, en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California, y con el que tuvo dos hijos, aseguró que se presentó ante ella como un detective privado de nombre José Rivas, que aspiraba a formar una familia después de haber quedado viudo. Blanca Estela admitió, en una entrevista radiofónica con la periodista Carmen Aristegui de CNN México, que el legionario de Cristo aceptó adoptar un hijo suyo fruto de una relación anterior y dijo que, a los tres, les registró con los apellidos González Lara. La madre recuerda cómo Macial se desplazaba con frecuencia a Cuernavaca, para visitar a familiares y cómo en ocasiones se llevaba a los menores con él.
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