Los magistrados advierten de que el delito de inmigración ilegal generará "disfunciones" y no reducirá la llegada

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El presidente de la Asociación Nacional de Magistrados (ANM) italiana, Luca Palamara, advirtió hoy al Gobierno de que la decisión de convertir en delito la inmigración ilegal generará "graves disfunciones" en el sistema jurídico y penintenciario del país, y expresó sus dudas de que la medida sirva para reducir la llegada de irregulares a territorio italiano.
Según Palamara, la propuesta de introducir un delito de entrada ilegal en Italia, con una pena de hasta cuatro años de cárcel, supondría "gravísimas disfunciones para el sistema judicial y para el sistema carcelario". De hecho, el magistrado señaló que había expresado sus dudas al Gobierno sobre esta medida incluida en el paquete de seguridad adoptado en el primer consejo de ministros del actual Ejecutivo de Silvio Berlusconi.

El presidente de la ADM advitió de que en "las pequeñas oficinas de la Italia meridional, los más expuestos al fenómeno de las entradas ilegales, sería prácticamente imposible celebrar cada día cientos de audiencias de confirmación de la detención y procesos de emergencia".

Así pues, añadió, en declaraciones recogidas por los medios locales, esta situación no tendría por tanto "ningún beneficio real en términos de efectividad de las expulsioines y reducción del fenómeno de la inmigración ilegal".

Por otra parte, también expresó su preocupación por el hecho de que se contemple como "agravante" el ser inmigrante ilegal a la hora de juzgar un delito. El aumento de una pena "exclusivamente por razón de la condición subjetiva del culpable determinaría una incompatibilidad con el principio de igualdad", subrayó el juez.

APROBACIÓN EN EL PARLAMENTO

La valoración de los magistrados a la medida del Gobierno, que aún tiene que ser aprobada por el Parlamento, recibió una respuesta rápida del Ejecutivo. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, expresó su sorpresa por las palabras de Palamara. "Primero tenemos que discutir en el Parlamento y luego hacer que el Parlamento soberano apruebe la ley", recordó el ministro.

Sólo en un segundo momento, añadió, "obviamente escucharemos a todos, pero está claro que si se critica una propuesta antes de que se haya convertido en ley se cumple un acto que puede que sea posible en la escena política, pero que dicho por los magistados produce un poco de perpeplejidad".

El líder del Pueblo de las Libertades --partido de Berlusconi-- en el Senado, Mauruzio Gasparri, también expresó su malestar por la posición adoptada por los jueces. "Lamento que la Asociación Nacional de Magistrados en lugar de contribuir a aumentar la tasa de seguridad en nuestro país se abandone a críticas contra las nuevas normas que el Gobierno ha propuesto para combatir la inmigración clandestina", afirmó.

"Afortunadamente, en democracia el Parlamento es soberano y ciertamente las propuestas para una mayor severidad frente a la inmigración ilegal y una acción más eficaz frente al fenómeno de ilegalidad vinculado a la emergencia de las basuras prevalecerán", añadió el senador.

VELTRONI RECONOCE "ERROR" DEL CENTRO-IZQUIERDA

Por su parte, el líder de la oposición, Walter Veltroni, entonó una especie de 'mea culpa' por el "error" cometido por el centro-izquierda mientras ha estado en el Gobierno a la hora de abordar los problemas de seguridad, pero arremetió nuevamente contra las "respuestas simplificadas" emprendidas por el gabinete de centro-derecha de Berlusconi.

En Italia, afirmó el líder del Partido Democráico, "prevalece una clase política que vive alimentando los miedos, construyendo un circuito en el que el mal es la mercancía fundamental". Veltroni admitió que "fue un error del centro-izquierda haber infravalorado el problema de la seguridad, no haber entendido que debíamos encontrar respuestas a este tema que no fueran sólo el emblema de la xenofobia y el racismo".

Para el ex alcalde de Roma, si el centro-izquierda hubiera sabido afrontar este tema, habría podido quizá "evitar la idea que encierra el delito de inmigración ilegal". "¿Qué hacemos, cogemos a las personas que desembarcan en Lampedusa y donde las llevamos? ¿En las cárceles que ya están llenas? Cuando se vea que estas medidas no tendrán ningún efecto nos daremos cuenta de que la respuesta es más compleja", advirtió.

Según Veltroni, hay que evitar "las respuestas simplicadas en el miedo, y cuando hablo de respuestas simplicadas no niego que el problema exista".