Los más pequeños llevaron tortas a la iglesia para su bendición

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Alcocer
Diversas actividades nos han divertido y entretenido estos días. El día 31 fue el ‘Jueves Lardero’, el ‘día de la tortilla’. Todos los niños del pueblo y muchos mayores, que tampoco se lo querían perder, se fueron al medio día con sus meriendas (totillas, chorizos, filetes, panes, etc) al Centro Social Polivalente, para continuar con juegos en los columpios.
El día dos de febrero es el día de la Candelaria, y los más pequeños llevan sus tortas a la iglesia para ser bendecidas. Según nos contó en la misa don Crescencio Sáiz, la efeméride se celebra por haber pasado 40 días del nacimiento del niño Jesús. Fue entonces cuando la Virgen se presentó en el templo con su pequeño hijo a dar gracias y ofrecérselo a Dios. Recordando ese momento, y desde hace muchos años, las madres ofrecían a sus hijos pequeños a la iglesia, llevando como ofrenda un par de pichones, un pan o un dulce.
En la panadería de Alcocer llevan casi 80 años elaborando estas típicas tortas de forma artesanal. Fuimos a la tahona, y Manola, que lleva toda su vida en esto, nos contó parte de esta tradición.
Hace mucho las elaboraban con masa de pan, al que ponían como adorno una flor o un pichón de esta masa, pero desde hace unos 50 años empezaron a hacerla de bizcocho (azúcar, huevos y harina). Nos dice que antes era muy trabajoso, pues el bizcocho se hacía en barreño de barro, al que ponían unas ascuas debajo para que subiera antes y así batir mejor, pues el batidor era manual. “Terminábamos ese día con el brazo hecho polvo, pues antes había muchos niños en el pueblo, y todos llevaban su tarta de aquí. Ahora con las nuevas máquinas apenas cuesta trabajo y están riquísimas también”, nos cuenta Manola. Los días anteriores se venden papeletas para el sorteo de una tarta, que se rifará después de misa. Este añó el número premiado fue el 1.343.
La asociación de mujeres de Alcocer (AMA) organizó para el sábado por la tarde un colorido desfile de Carnaval por las calles del pueblo, terminando el recorrido en el centro social. Allí, de uno en uno, iban desfilando para lucir su disfraz. Había gran variedad de disfraces, de mayores, y sobre todo, de encantadores pequeños. Los aganadores de adultos fueron Borja y Javi, como el señor cura y el obispo. En segundo lugar quedó Rosa Cervigón, como la simpática payasita; y en el tercero, Ester, como mamá nogma. De pequeños, como siempre, fue muy difícil la elección, pues todos estaban fenomenal por su atuendo y simpatía. El campeón infantil fue Antonio López, de cazador, y segundo Cristina Salvador, de abeja Maya. Todos los niños participantes recibieron una bolsa de chuches, y para finalizar, un gran baile de disfraces.
También este fin de semana, la peña ‘Los guapos’, junto con otros muchos amigos, en su empeño por recuperar antiguas costumbres, hicieron la tradicional matanza del cerdo. No podían faltar las ricas gachas de matanza, y la fritada en la lumbre, de carne del guarrete. Por la noche, todos cenaron juntos asando panceta, lomo, costillas, etc. Un sabroso día que seguro repetirán al año que viene.