Los mayores de El Balconcillo reciben la terapia de los mimos
01/10/2010 - 09:45

Por: BEATRIZ PARIENTE
Que la afectividad es una buena terapia para curar cuerpo y alma es algo que ningún terapeuta puede poner en duda. Así lo entiende el Grupo Amma, gestor de la residencia de mayores de El Balconcillo, y promotor de la terapia asistida con perros para sus residentes.
Bruno, un ex perro policía de ocho años, ha abandonado la búsqueda de drogas para desempeñar un trabajo mucho más reconfortante. El can se deja mimar por los mayores mientras recibe trozos de salchicha o se somete a un cuidadoso cepillado. Máxima, una de las residentes, llama al perro con una golosina mientras recuerda la compañía que perros y gatos le hicieron a ella durante toda su vida. Yo siempre he tenido animales. Son muy cariñosos y te hacen sentir útil, comenta. Mientras ella espera, Claudio, otro de los residentes, se encarga de cepillar el espeso pelaje de Bruno, una actividad que reporta beneficios tanto a uno como a otro. La psicóloga del centro, Aurora Urbano, y la terapeuta Zaida Pérez coinciden en recalcar estos beneficios, tanto en el plano físico como en el mental. En personas con comportamientos agresivos se consigue que se tranquilicen, que estén más serenos. Si tienen depresión se consigue mejorar su autoestima, afirma la psicóloga. Urbano agrega que, además, se mejora la movilidad de los mayores, porque tienen que sacarlo a pasear o colocarle el collar. La terapeuta asegura que es curioso pero van más rápido cuando llevan al perro, parece que se les olvida cómo están.
La mujer de Saturnino, uno de los mayores de la residencia, demenciado y con Parkinson, siempre comenta con las profesionales lo mucho que mejora su marido cuando recibe la visita de Bruno. Siempre nos dice que cuando se levanta de mal humor luego se relaja, comentan.
Esta terapia aprovecha el aporte terapéutico que conlleva la relación con animales, principalmente perros, para mejorar la calidad de vida de los mayores. Se trata de que se sientan útiles y de que se hagan responsables de su cuidado, comentan las profesionales.
El Balconcillo ya venía desarrollando con un tratamiento similar con tortugas que ha tenido mucho éxito entre los residentes y resultados muy positivos en el ámbito de la estimulación cognitiva de personas con demencia. Las tortugas , bautizadas como las tres Supernenas, Burbuja, Pétalo y Cactus, forman parte de los ejercicios que se realizan en las clases de fisioterapia de los mayores de El Balconcillo.
La mujer de Saturnino, uno de los mayores de la residencia, demenciado y con Parkinson, siempre comenta con las profesionales lo mucho que mejora su marido cuando recibe la visita de Bruno. Siempre nos dice que cuando se levanta de mal humor luego se relaja, comentan.
Esta terapia aprovecha el aporte terapéutico que conlleva la relación con animales, principalmente perros, para mejorar la calidad de vida de los mayores. Se trata de que se sientan útiles y de que se hagan responsables de su cuidado, comentan las profesionales.
El Balconcillo ya venía desarrollando con un tratamiento similar con tortugas que ha tenido mucho éxito entre los residentes y resultados muy positivos en el ámbito de la estimulación cognitiva de personas con demencia. Las tortugas , bautizadas como las tres Supernenas, Burbuja, Pétalo y Cactus, forman parte de los ejercicios que se realizan en las clases de fisioterapia de los mayores de El Balconcillo.