Los misterios de Río Tinto

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Centro de Biología Molecular del CSIC-Inta, Ricardo Amils, ofreció en la noche de ayer una interesante y vistosa conferencia que logró reunir a un número importante de personas en el salón de actos de Caja de Guadalajara.
Previa presentación por el director del Observatorio Astronómico Nacional, Rafael Bachiller, comenzó una interesante conferencia donde se abordó la vida fuera del planeta tierra. Para ello, el científico de la NASA se refirió al modelo de Río Tinto, un lugar donde existen posibilidades de que ese tipo de vida basada en los minerales se pueda dar en Marte.
Ante la pregunta de si podemos afirmar si existe vida en Marte, un prudente Amils contestó que “no podemos asegurarlo, pero la posibilidad de que exista es cada vez más amplia; el modelo que utilizamos cumple con muchas de las expectativas en cuanto a vida microbiana”.

Un trabajo que comenzó hace ya 20 años con la extracción de metales, pero que adquirió mayores dimensiones gracias a la adhesión de su grupo de trabajo al Centro Astrobiológico y a su asociación posterior a la NASA. En este último caso, “el Río Tinto se ha convertido un lugar de estudio, sobre todo, para mandar sondas a Marte”
Entre las investigaciones que se vienen realizando en Río Tinto en los últimos tiempos se incluye el proyecto Snorkel, un submarino diseñado para poder explorar los lagos ácidos. Sin embargo, “la investigación en Río Tinto es mucho más amplia, no solamente cubre los lagos ácidos, sino también el río y en los últimos años, en colaboración con la NASA, el Centro de la Astrobiología ha explorado subsuelos, hemos perforado la faja empirítica ibérica para encontrar microorganismos vivos”. Ha sido en la realización de estos últimos menesteres donde se ha hecho uno de los últimos hallazgos, “el haber encontrado los microorganismos que son responsables de producir el ácido sulfúrico y el hierro que encontramos en el río; un gran hallazgo sobre un nuevo tipo de microbiología, con menos de 10 años en el mundo, y el hecho de que podamos evaluarla en estos momentos en los laboratorios es uno de los hitos más importantes en este trabajo”.
Considerado afortunado por hacer un trabajo apasionante, el científico ofreció durante más de una hora una conferencia que se caracterizó por la vistosidad de unas fotografías que demostraron, entre otras cosas, que el Río Tinto tiene ese característico color no por la actividad minera, sino a los microorganismos que viven allí y se comen el mineral, produciendo ácido sulfúrico y hierro.