Los niños disfrutaron de una mañana taurina en el barrio de la Amistad
01/10/2010 - 09:45
Por: Miriam Pérez
Los niños fueron los protagonistas de la jornada de festiva de ayer, sobretodo por la mañana. Primero calentaron sus piernas con un paseo en triciclo y después saltaron al ruedo de una de las plazoletas del parque de La Amistad para esperar a dos astados en carretón de la ganaderia Tauria. Más de una veintena de jóvenes aficionados participaron en la suelta que no estuvo exenta de los tradicionales recortes, quiebros y como, alguna que otra cogida y revolcón. Todos los participantes recibieron pañuelos rojos, varas y periódicos para llamar la atención de las reses. La organización también les proporcionó gorras para que pudieran soportar el sol de medio día.
Los niños fueron los protagonistas de la jornada de festiva de ayer, sobretodo por la mañana. Primero calentaron sus piernas con un paseo en triciclo y después saltaron al ruedo de una de las plazoletas del parque de La Amistad para esperar a dos astados en carretón de la ganaderia Tauria.
Más de una veintena de jóvenes aficionados participaron en la suelta que no estuvo exenta de los tradicionales recortes, quiebros y como, alguna que otra cogida y revolcón. Todos los participantes recibieron pañuelos rojos, varas y periódicos para llamar la atención de las reses. La organización también les proporcionó gorras para que pudieran soportar el sol de medio día.
En el descanso de la función, una gran lluvia de caramelos endulzó la jornada y sirvió de descanso para los conductores de las reses, que no eran otros que los propios padres de los corredores menudos. Esta anécdota sirvió para que se vieran bonitas carreras, la entrada de los toros en las zonas verdes para sorprender al personal que se encontraba en la sombra y algo despistado, etc. Para finalizar, se hizo un encierro entre el parque y el centro social del barrio, lugar que se utilizó de improvisados toriles.
Niños y mayores aseguraron haber pasado un rato divertido y se convocaron para celebrar un nuevo acto taurino en las fiestas del barrio del próximo año.
Los actos del último día de fiesta en el barrio de La Esperanza continuaron con el sorteo de una bicicleta, la música del trío Metrópoli y una gran traca de fin de fiestas.
Para el martes está prevista la entrega de trofeos de los campeonatos celebrados durante la semana festiva.
Más de una veintena de jóvenes aficionados participaron en la suelta que no estuvo exenta de los tradicionales recortes, quiebros y como, alguna que otra cogida y revolcón. Todos los participantes recibieron pañuelos rojos, varas y periódicos para llamar la atención de las reses. La organización también les proporcionó gorras para que pudieran soportar el sol de medio día.
En el descanso de la función, una gran lluvia de caramelos endulzó la jornada y sirvió de descanso para los conductores de las reses, que no eran otros que los propios padres de los corredores menudos. Esta anécdota sirvió para que se vieran bonitas carreras, la entrada de los toros en las zonas verdes para sorprender al personal que se encontraba en la sombra y algo despistado, etc. Para finalizar, se hizo un encierro entre el parque y el centro social del barrio, lugar que se utilizó de improvisados toriles.
Niños y mayores aseguraron haber pasado un rato divertido y se convocaron para celebrar un nuevo acto taurino en las fiestas del barrio del próximo año.
Los actos del último día de fiesta en el barrio de La Esperanza continuaron con el sorteo de una bicicleta, la música del trío Metrópoli y una gran traca de fin de fiestas.
Para el martes está prevista la entrega de trofeos de los campeonatos celebrados durante la semana festiva.