Los niños saharauis han llegado a Guadalajara para disfrutar de las 'vacaciones en paz'

11/07/2012 - 18:59 Redacción


Los pasados 8 y 9 de julio, han llegado al aeropuerto de Alicante procedentes de los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia). El regreso a los campamentos está previsto los días 7 y 8 de septiembre. Cuarenta y ocho niños y niñas saharauis en una edad comprendida entre los 7 y 12 años, convivirán con familias de la provincia de Guadalajara, gracias a la iniciativa de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui, al Gobierno Saharaui y a la colaboración y apoyo de las instituciones, fundamentalmente de los Ayuntamientos y de las familias alcarreñas, sin las cuales no sería posible este programa, ya que son los pilares básicos e imprescindibles del proyecto.

  Pero aún las asociaciones de nuestra provincia seguirán realizando gestiones con diversas instituciones y actividades para financiar el programa, ya que aún no se ha conseguido todo el dinero necesario para el pago de los billetes de avión a las Líneas Aéreas Argelinas.


El objetivo fundamental de este programa humanitario es, como en años anteriores, evitar que los niños y niñas soporten el tremendo calor del desierto –hasta los 55º-, aprender el español y mejorar su calidad de vida –sanitaria y alimenticia-, ya que no podemos olvidar que están obligados a sobrevivir exiliados -son “niños del exilio”-, junto a sus familias desde hace más de 35 años en campamentos de refugiados. Los niños y niñas son embajadores de un pueblo, el saharaui, exiliado, refugiado y a la espera de que se cumpla la legalidad internacional, es decir, que se exija a Marruecos que no bloquee el desarrollo del “Plan de Paz”, aprobado por Naciones Unidas, y pueda celebrarse de una vez por todas el tan deseado Referéndum de Autodeterminación, que permita al pueblo saharaui decidir en libertad su futuro, en un Sáhara Libre e Independiente.

  Por tanto, el Programa “Vacaciones en Paz”, es el “reflejo inequívoco de la tragedia de todo un pueblo”, ante la inhibición y pasividad de la Comunidad Internacional. Una vez más, tenemos que agradecer la gran respuesta positiva de muchas familias solidarias de nuestra provincia por su desinteresada colaboración en esta causa justa.

  La experiencia de convivencia es muy interesante no sólo para los mayores, sino también para nuestros hijos, tomando conciencia de que no sólo existe la sociedad de la abundancia, sino que también existen niños y niñas, desde la carencia más absoluta, que sobreviven en unas condiciones durísimas gracias a la Solidaridad Internacional.