Los padres de la guardería de Los Manantiales se rebelan contra las nuevas tarifas
01/10/2010 - 09:45
El reciente cambio de gestión en el Centro de Atención a la Infancia de Los Manantiales ha provocado que las familias adjudicatarias hayan pagado unas tarifas en septiembre y tengan otras distintas para octubre, diferencias también perceptibles en el servicio impartido en apenas dos meses de curso. Alguno de los padres de los niños adjudicatarios de las plazas han protestado por las nuevas tarifas más caras, según ellos y ayer mismo mantenían un encuentro con responsables del Ayuntamiento, administración titular del centro.
Con muy mal pie ha comenzado el curso el Centro de Atención a la Infancia (CAI) del barrio de Los Manantiales, el único público, por el momento, con la que cuenta el Ayuntamiento de Guadalajara. Tras el cambio de contrata en la gestión del mismo, en efecto desde el pasado 1 de octubre, las condiciones del servicio se han visto modificadas para desilusión de la mayoría de las 30 familias que obtuvieron plaza, ya que, entre otras cosas, los precios se han visto incrementados.
El malestar de los adjudicatarios se plasmó ayer en la reunión vespertina que mantuvieron unos 20 padres con la concejala delegada de Familia, Carmen Heredia, en la que pidieron explicaciones por unos cambios que, según explica una de las madres implicadas, sólo conocieron en los últimos días de septiembre, es decir, a pocos del cambio de empresa gestora.
Precios más altos
Así las cosas, las familias denuncian que el precio mensual a pagar por cada plaza se ha encarecido considerablemente con el que venían abonando con la otra contrata, pasando de 114 euros por únicamente la estancia a más de 220 euros, aunque incluyendo la comida, aseguran. No obstante, las fuentes consultadas subrayan que ésta se incluiría de forma obligatoria antes no era así, por lo que estarían obligados a pagarla. Además, los horarios también han quedado modificados, de tal forma que si se sobrepasan las ocho horas se deberá de abonar un suplemento, según las mismas fuentes, eliminándose el periodo continuado y libre de 07.00 a 19.00 horas anterior.
Según una de las madres presentes ayer en el reunión, la concejala del ramo se comprometió a trasladar todas estas quejas a la nueva empresa, emplazándoles a una nueva reunión para dentro de una o dos semanas.
El mobiliario está incompleto y los niños no tienen con qué jugar
La misma víspera de la entrada de la nueva gestora a esta guardería, la antigua adjudicataria procedía, con camiones de mudanza incluidos, a la retirada de un mobiliario que consideraba de su propiedad, ya que en su día fue aportado por la empresa saliente, Gema de la Cueva. Aunque logró llevarse la cocina y otros enseres, la Policía impidió que se llevara el resto a instancias de la concejala de Familia, Carmen Heredia, quien recordó que el pago durante años de cierta cantidad de dinero a la empresa ya había servido como amortización de dicho mobiliario, a instancias de los servicios jurídicos municipales. Ambas partes, tanto Ayuntamiento como Gema de la Cueva, anunciaron que acudirían ante los tribunales de Justicia para dirimir el asunto y exigir daños y perjuicios. Incluso la responsable de la firma llamó a un notario para que fuera testigo de todo lo sucedido y de la imposibilidad de llevarse los muebles ante la presencia de la Policía. Ante esta situación, los más perjudicados han sido, hasta el momento, los niños que ostentan plaza en el CAI, ya que algunas de las familias han denunciado que el mobiliario no está completo. Los niños no tiene ni con qué jugar, se lamenta una de las madres. Nos vendieron el oro y el moro con la nueva contrata y ha resultado ser todo lo contrario.
El malestar de los adjudicatarios se plasmó ayer en la reunión vespertina que mantuvieron unos 20 padres con la concejala delegada de Familia, Carmen Heredia, en la que pidieron explicaciones por unos cambios que, según explica una de las madres implicadas, sólo conocieron en los últimos días de septiembre, es decir, a pocos del cambio de empresa gestora.
Precios más altos
Así las cosas, las familias denuncian que el precio mensual a pagar por cada plaza se ha encarecido considerablemente con el que venían abonando con la otra contrata, pasando de 114 euros por únicamente la estancia a más de 220 euros, aunque incluyendo la comida, aseguran. No obstante, las fuentes consultadas subrayan que ésta se incluiría de forma obligatoria antes no era así, por lo que estarían obligados a pagarla. Además, los horarios también han quedado modificados, de tal forma que si se sobrepasan las ocho horas se deberá de abonar un suplemento, según las mismas fuentes, eliminándose el periodo continuado y libre de 07.00 a 19.00 horas anterior.
Según una de las madres presentes ayer en el reunión, la concejala del ramo se comprometió a trasladar todas estas quejas a la nueva empresa, emplazándoles a una nueva reunión para dentro de una o dos semanas.
El mobiliario está incompleto y los niños no tienen con qué jugar
La misma víspera de la entrada de la nueva gestora a esta guardería, la antigua adjudicataria procedía, con camiones de mudanza incluidos, a la retirada de un mobiliario que consideraba de su propiedad, ya que en su día fue aportado por la empresa saliente, Gema de la Cueva. Aunque logró llevarse la cocina y otros enseres, la Policía impidió que se llevara el resto a instancias de la concejala de Familia, Carmen Heredia, quien recordó que el pago durante años de cierta cantidad de dinero a la empresa ya había servido como amortización de dicho mobiliario, a instancias de los servicios jurídicos municipales. Ambas partes, tanto Ayuntamiento como Gema de la Cueva, anunciaron que acudirían ante los tribunales de Justicia para dirimir el asunto y exigir daños y perjuicios. Incluso la responsable de la firma llamó a un notario para que fuera testigo de todo lo sucedido y de la imposibilidad de llevarse los muebles ante la presencia de la Policía. Ante esta situación, los más perjudicados han sido, hasta el momento, los niños que ostentan plaza en el CAI, ya que algunas de las familias han denunciado que el mobiliario no está completo. Los niños no tiene ni con qué jugar, se lamenta una de las madres. Nos vendieron el oro y el moro con la nueva contrata y ha resultado ser todo lo contrario.