Los patriotas de Arzalluz
01/10/2010 - 09:45
El comentario
José Cavero / Periodista
Hace un cierto tiempo que Arzalluz y sus ocurrencias dialécticas no merecían atenciones como las que ahora ha vuelto a reclamar. Arzalluz, en línea con el PNV, que recientemente se manifestó en solidaridad con los dirigentes de la ilegalizada Batasuna detenidos, sale de nuevo en su defensa y califica a esas personas de patriotas. No es menos elocuente o disparatada la argumentación que Arzalluz ha hecho en la defensa de Arnaldo Otegi y sus compañeros: Estas cosas no se hacen por luchar contra el terrorismo, se han hecho para evitar que en el Parlamento vasco pueda haber una mayoría que saque adelante temas como la autodeterminación, arguye Arzalluz, dispuesto, incluso, a visitar en la cárcel a su amigo Otegi.
Y es que el único motivo de su encarcelación, según sostiene Arzalluz, ha sido que pretendía dar un paso más adelante en superar la violencia y potenciar la política. Y eso es lo que no le interesaba al señor Pérez Rubalcaba, sostiene. El ex presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) hace estas declaraciones y con ellas irrumpe de nuevo en la escena política, entrevistado en el diario abertzale Gara. Tanto a Arnaldo como a los demás que han sido detenidos los considero patriotas, y buenos patriotas además. A todo el mundo se le puede criticar por una cosa o por otra, pero lo que no se les puede criticar [a los detenidos] es que son patriotas vascos, y por tanto dignos de todo respeto y, para muchos, de admiración. Se lo han merecido porque han pasado toda una vida luchando por una causa difícil y contra un poder mayor.
Xabier Arzalluz, que fue relevado de la presidencia del PNV en 2003 por Josu Jon Imaz, acudió a visitar a Arnaldo Otegi durante su última estancia en prisión, entre junio de 2007 y agosto de 2008 por enaltecimiento del terrorismo. Y ahora volvería a hacerlo, según aclara en Gara: Sí, sí, por supuesto. Le visitaría a gusto. Y lo que le diría es que está teniendo el salario del individuo comprometido en una causa difícil, por su patria. Eso sí, como en su última visita, no podría despacharse a gusto: Como se comprenderá, allí nosotros no podíamos hablar, porque todo era grabado y mandado al despacho de Rubalcaba en media hora. No pudimos hablar de lo que nos hubiera gustado. Humanamente, como persona con la que además tenía un feeling personal, me contó cómo estaba. Como dos amigos.
Arzalluz no se anda con medias tintas y no duda en calificar la nueva detención de Otegi de una estupidez. Matar el diálogo o matar al mensajero siempre ha sido una reacción del débil, del que se cree fuerte pero en realidad es débil porque no tiene una solución cabal, no tiene nada que ofrecer. Aquí hemos llegado al punto de que Madrid ha agudizado cada vez más el rechazo de la autodeterminación. No quiere ni que se hable de ello y, sin embargo, esa es la palabra mágica que vale para la izquierda abertzale y también para todos los nacionalistas, porque es poder pensar en una solución. Eso es lo que no quieren precisamente y esa es la raíz de la Ley de Partidos y de toda la política de Rubalcaba. Y si el PNV hubiera ido por la misma línea, concluye Arzalluz, le hubiesen hecho lo mismo, independientemente de que practicara o no la lucha armada.
El viejo Arzalluz ha vuelto a hacer sonar sus reclamaciones autonomistas-independentistas, que ya creíamos olvidadas.
Xabier Arzalluz, que fue relevado de la presidencia del PNV en 2003 por Josu Jon Imaz, acudió a visitar a Arnaldo Otegi durante su última estancia en prisión, entre junio de 2007 y agosto de 2008 por enaltecimiento del terrorismo. Y ahora volvería a hacerlo, según aclara en Gara: Sí, sí, por supuesto. Le visitaría a gusto. Y lo que le diría es que está teniendo el salario del individuo comprometido en una causa difícil, por su patria. Eso sí, como en su última visita, no podría despacharse a gusto: Como se comprenderá, allí nosotros no podíamos hablar, porque todo era grabado y mandado al despacho de Rubalcaba en media hora. No pudimos hablar de lo que nos hubiera gustado. Humanamente, como persona con la que además tenía un feeling personal, me contó cómo estaba. Como dos amigos.
Arzalluz no se anda con medias tintas y no duda en calificar la nueva detención de Otegi de una estupidez. Matar el diálogo o matar al mensajero siempre ha sido una reacción del débil, del que se cree fuerte pero en realidad es débil porque no tiene una solución cabal, no tiene nada que ofrecer. Aquí hemos llegado al punto de que Madrid ha agudizado cada vez más el rechazo de la autodeterminación. No quiere ni que se hable de ello y, sin embargo, esa es la palabra mágica que vale para la izquierda abertzale y también para todos los nacionalistas, porque es poder pensar en una solución. Eso es lo que no quieren precisamente y esa es la raíz de la Ley de Partidos y de toda la política de Rubalcaba. Y si el PNV hubiera ido por la misma línea, concluye Arzalluz, le hubiesen hecho lo mismo, independientemente de que practicara o no la lucha armada.
El viejo Arzalluz ha vuelto a hacer sonar sus reclamaciones autonomistas-independentistas, que ya creíamos olvidadas.