Los peritos defendieron su informe en el que niega negligencia en el incendio

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: F.C.V. GUADALAJARA
Los peritos del Colegio de Ingenieros Forestales, Ana Belén Padrino y Gonzalo Carpintero, defendieron ayer ante la juez titular del Juzgado de Sigüenza, María del Mar Lorenzo, su informe pericial en el que defienden que no hubo negligencia alguna en la muerte de los 11 miembros del retén de Cogolludo en el incendio de julio de 2005. Mantuvieron los argumentos que prueban que la barbacoa en la que se inició estaba emplazada en una zona de bajo riesgo y que el operativo de extinción sufrió una serie de circunstancias imprevisibles.Los peritos encargados por el Juzgado de Sigüenza de la elaboración del informe pericial final sobre el incendio de Guadalajara, Ana Belén Padrino de la Mata y Gonzalo Carpintero Laguna, expusieron a lo largo del día de ayer su contenido en la sede judicial seguntina.
Todas sus respuestas a cada una de las distintas preguntas realizadas por los abogados de la defensa y la acusación, la juez y el fiscal, fueron encaminadas a lo que pretende demostrar el documento de 48 páginas: No hubo negligencia alguna como consecuencia de la muerte de los 11 miembros del retén de Cogolludo. Ambos técnicos, pertenecientes al Colegio de Ingenieros Forestales, sostuvieron que la barbacoa en la que se inició el fuego estaba emplazada en una zona de bajo riesgo y que el operativo de extinción sufrió una serie de circunstancias imprevisibles.
El paraje del área recreativa de la Cueva de los Casares “era adecuado como protección al medio natural”, aseveraron. En la sesión, que se prolongó durante la mañana y la tarde de ayer, repasaron hoja por hoja el informe, que concluye asegurando que “el operativo de extinción sufrió una combinación de circunstancias que no se pudieron prever ni evitar en función del plazo de tiempo en que ocurrieron”. Una situación que fue de una magnitud tal, aseguraron, que se crearon “unas circunstancias que fueron ajenas a las normas y planes de prevención de incendios”. En la secuencia de hechos que relata el informe técnico, queda en evidencia que “el jefe del operativo de extinción siniestrado realizó una inspección previa de la ladera sur de la divisoria donde se dispusieron a realizar el combate de la línea de fuego”. El documento precisa que “tuvo que haber visto muy claro que sobre la ladera situada al suroeste de la divisoria no había fuego para llegar hasta el punto de combate”. Además especifica que la ruta de escape escogida “no era una mala opción, incluso era lógica, bajo condiciones normales y previsibles, a tenor de la intensidad y desarrollo de la línea de fuego que se disponían a combatir”.
Indicaron que, en materia de incendios forestales, “no hay regla teórica que establezca el comportamiento de las líneas de fuego por las que se desplaza un incendio”.
Hay diversas circunstancias que influyen, entre las que se encuentra el viento, la temperatura, el tipo de combustible, la topografía o el momento del día. “Un frente de llama en un mismo sitio, y en dos momentos diferentes, son completamente distintos y tienen dos formas de intervención y combate”.
Este documento se ha realizado después de que en julio de 2007 otro informe ya desechara la hipótesis de negligencia en as operaciones de combate del fuego. Sin embargo, la Audiencia Provincial ordenó la realización de otro en el que se tuvieran en cuenta las llamadas al 112.