Los presuntos recaudadores de ETA guardan silencio en París
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
Ane Miren Alberdi, Carlos Saez de Egilaz y Kristina Goirizelaia, los tres presuntos recaudadores del impuesto revolucionario de ETA juzgados desde este lunes en París, se negaron en la sesión inaugural a responder a las preguntas del tribunal, que se ha visto obligado a alterar el calendario de vistas ante el silencio de los acusados.
La apertura del primer proceso en Francia al aparato de extorsión o gezi, con duración prevista hasta el viernes, estuvo consagrada a la lectura del auto de procesamiento y a la personalidad de los encausados.
La presidenta de la Sala Especial de lo Criminal, Jeanine Drai, tuvo que suspender durante 20 minutos el interrogatorio a Alberdi ante la indisposición que sufrió la mujer, nacida hace casi 60 años en la localidad guipuzcoana de Vergara. Para entonces la magistrada había evocado, sin ser contradicha, los vínculos personales de la procesada con los antiguos tesoreros de ETA José Luis Arrieta, Azkoiti, y Sabin Euba, Pelopintxo, ya fallecidos.
Alberdi fue la persona que el 17 de julio de 2001 llevó a las urgencias hospitalarias de Moissac a Arrieta, que sucumbió dos días después a un infarto de miocardio en el hospital universitario de Toulouse. Entre las pocas cosas que dijo, declaró estar domiciliada en Bayona en casa de Itziar Imaz, viuda de Azkoiti, quien en un testimonio sumarial leído en la audiencia la considera una amiga, casi una hermana.
Atentado de la T-4
Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska reclamó ayer a las autoridades francesas la entrega urgente de los etarras Joseba Iturbe y Mikel San Sebastián, acusados de ser parte del comando que el 30 de diciembre de 2006 voló con un coche-bomba el aparcamiento de la T-4 de Barajas.
El magistrado reiteró las órdenes de detención y entrega europeas emitidas contra ambos terroristas, detenidos el viernes pasado en San Juan de Luz. Pide su entrega para que la Audiencia Nacional les juzgue por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y explosivos, y conspiración para cometer un atentado terrorista.
La presidenta de la Sala Especial de lo Criminal, Jeanine Drai, tuvo que suspender durante 20 minutos el interrogatorio a Alberdi ante la indisposición que sufrió la mujer, nacida hace casi 60 años en la localidad guipuzcoana de Vergara. Para entonces la magistrada había evocado, sin ser contradicha, los vínculos personales de la procesada con los antiguos tesoreros de ETA José Luis Arrieta, Azkoiti, y Sabin Euba, Pelopintxo, ya fallecidos.
Alberdi fue la persona que el 17 de julio de 2001 llevó a las urgencias hospitalarias de Moissac a Arrieta, que sucumbió dos días después a un infarto de miocardio en el hospital universitario de Toulouse. Entre las pocas cosas que dijo, declaró estar domiciliada en Bayona en casa de Itziar Imaz, viuda de Azkoiti, quien en un testimonio sumarial leído en la audiencia la considera una amiga, casi una hermana.
Atentado de la T-4
Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska reclamó ayer a las autoridades francesas la entrega urgente de los etarras Joseba Iturbe y Mikel San Sebastián, acusados de ser parte del comando que el 30 de diciembre de 2006 voló con un coche-bomba el aparcamiento de la T-4 de Barajas.
El magistrado reiteró las órdenes de detención y entrega europeas emitidas contra ambos terroristas, detenidos el viernes pasado en San Juan de Luz. Pide su entrega para que la Audiencia Nacional les juzgue por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y explosivos, y conspiración para cometer un atentado terrorista.