Los primeros turistas llegan a Sigüenza y sus pedanías

20/05/2020 - 12:32 Ana Calles

Descubre la villa llamada la Ávila Alcarreña y la iglesia del Salvador de Carabias.

Los privilegios de vivir en un pueblo o ciudad pequeña en esta primera fase de la desescalada se han empezado a notar en la ciudad de Sigüenza y sus alrededores. Durante estos últimos días hemos podido ver a los primeros turistas, muchos de ellos moteros que se animan a recorrer la Alcarria con sus amigos o parejas. Y es que la ciudad del Doncel y sus pedanías dan ese soplo de aire fresco que necesitamos después de tantos días sin poder visitar nuestra provincia. Nueva Alcarria recorre las calles de Sigüenza para comprobar que los turistas van llegando y, además, nos trasladamos a dos de sus pedanías más cercanas, como son Palazuelos y Carabias para conocer toda su historia y encanto y podrán ver las imágenes aéreas cedidas por My drone camera & me a nuestro periódico.

Palazuelos es la primera villa medieval que encontramos en nuestro camino dirección Atienza desde Sigüenza y es llamada la Ávila Alcarreña. Se sabe que es una de las pocas de España que estuvo totalmente amurallada, ahora se conserva, casi integro, todo ese conjunto fortificado del s. XV. Y como vemos el acceso al pueblo es únicamente a través de sus puertas. Una vez que cruzamos la puerta principal, una enorme Plaza Mayor nos da bienvenida. Y aquí, ya podemos imaginarnos el traslado al pasado que encuentra el visitante nada más entrar. Una plaza rectangular, con decoraciones gráficas en las portadas de sus casas y con una picota reconstruida, donde el único sonido que escuchamos fue un ladrido de un perro y el del agua de la fuente. Aquí viven a penas unos 48 habitantes.

Iniciamos nuestro camino hacia el Castillo de Palazuelos que se encuentra alzado dentro de la muralla. Actualmente, es propiedad privada, por lo que solo se permite las vistas del exterior. Aunque, si esas paredes hablaran, contarían que fue mandado construir por Don Iñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana. Es curioso que entre sus sucesivos herederos destacados, se encuentra la princesa de Éboli. Más adelante, en s. XX y durante muy poco tiempo, se estableció una fabrica de harinas. Desde este castillo se puede apreciar el gran valle del río Salado.

Continuamos andando por las calles de la villa para descubrir la iglesia parroquial de San Juan Bautista, un ejemplar del románico muy sencillo. Y unas calles más abajo, escuchamos el sonido del agua, es la fuente de los Siete Caños. Finalizamos, nuestro paseo por la historia de Palazuelos, para adentrarnos en las aventuras de la iglesia del Salvador de Carabias, que se encuentra a tan solo unos kilómetros.

Es la primera imagen que nos encontramos nada más llegar a esta pedanía de Sigüenza y es que esta iglesia es uno de los atractivos de este pueblo de tan solo 21 habitantes. De la que destaca su galería porticada de las más grandes que se conservan en la actualidad. El templo es uno de los puntos más interesantes de la ruta de románico rural. Su torre campanario está compuesta por doble campana que se puede apreciar desde todos los puntos de vista de esta localidad.

En ambas villas, es donde los andarines del románico comparten territorio con los amantes de las aves. Podrán descubrir dos pueblos idílicos que junto con Sigüenza, están siendo uno de los atractivos de la fase de desescalada, ya que aquí los largos territorios permiten mantener la obligatoria distancia de seguridad. Si estos días los visitas, toma precauciones, ya que mayoría de la población de estos lugares son personas mayores.