Los socialistas acusan a Román de celebrar una quincena de inauguraciones con los proyectos del Plan E
06/04/2011 - 19:18
En los dos últimos años, Antonio Román ha celebrado cerca de una veintena de actos de inauguración en la ciudad y en los barrios anexionados gracias a los proyectos ejecutados con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) y al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (FEESL), ambos financiados por el Gobierno de España.
La utilización partidista y arbitraria que el alcalde de Guadalajara ha hecho de las dos convocatorias del denominado Plan E no le han impedido descalificar dichos fondos de manera reiterada. En enero de 2009 señaló que dicho plan llevaba la E de engañifa, escaso y endeudamiento. El pasado 25 de marzo, Román volvió a adjetivar esas ayudas multimillonarias de engañifa en la Convención Local que el PP celebró en Toledo. Entre 2009 y 2010, el Ayuntamiento de Guadalajara ha dispuesto de casi 24 millones de euros para acometer 41 proyectos que han contribuido a mejorar los espacios urbanos y aumentar los equipamientos e infraestructuras en materia deportiva, dotacional, medioambiental, etc. A pesar de ello, días atrás Antonio Román no tuvo inconveniente en asegurar públicamente que estas obras no han servido para que las ciudades sean más habitables ni más sostenibles, sino que en muchas ocasiones se ha despilfarrado ese dinero.
El PSOE recuerda que ese discurso malediciente contrasta con las palabras de elogio a las que recurrió el alcalde en el acto inaugural de las obras de reforma integral del barrio de Los Manantiales, en las que indicó que había sido la actuación más importante en décadas en esta barriada y que se habían saldado con un resultado satisfactorio. Antonio Román se ha mostrado como un auténtico farsante al utilizar los fondos del Plan Zapatero para desacreditar al Gobierno de España delante de sus correligionarios y con una incuestionable intencionalidad política. Sin embargo, no ha tenido reparos en cortar cintas y en colgarse todas las medallas habidas y por haber durante los últimos meses para presumir de ciudad. Incluso no ha tenido ningún escrúpulo en utilizar estas obras, con las que se han conseguido mantener muchos empleos y generar otros, para atribuirse el mérito de haber generado cientos de puestos de trabajo, denuncia Luis S. Tierraseca.
En contra de la opinión del alcalde de Guadalajara, el coordinador del Comité Electoral del Partido Socialista asegura que estos planes, que han propiciado la mayor inversión en la historia de esta ciudad y que tenían una evidente vocación municipalista, han contribuido a mejorar la sostenibilidad. Tierraseca pone como ejemplos de ese propósito la rehabilitación paisajística de los parques de San Juan Bosco y Adoratrices, el aparcamiento subterráneo del antiguo Recinto Ferial, las dos fases del carril-bici, el servicio de préstamo de bicicletas Guaybici, el soterramiento de contenedores en los nuevos desarrollos, la implantación de tecnología LED para el alumbrado público y las nuevas pistas de pádel y tenis. Tierraseca asegura que Antonio Román no está tan disconforme con las inversiones del Plan E como intenta aparentar.
El secretario de Organización del PSOE se refiere al uso que tanto el Ayuntamiento de Guadalajara como el Partido Popular han hecho de estas obras para incluirlas en la propaganda que han buzoneado estos días en la ciudad. En esos panfletos se incluyen fotografías de varias calles que han urbanizadas con estos fondos estatales, como los aledaños de la antigua cárcel de Mujeres o las Plazas de Moreno o el Jardinillo, los parques de Adoratrices o San Juan Bosco, el lavadero municipal del Alamín, la Ciudad de la Raqueta, el anillo verde o los campos de fútbol Jerónimo de la Morena. En esa publicidad se asegura que Guadalajara es hoy una ciudad renovada, dinámica y moderna.
Como mínimo, el alcalde debería demostrar un poco de gratitud porque sin la aportación de los multimillonarios fondos del Plan Zapatero, todas esas obras no se habrían llevado a cabo puesto que el Ayuntamiento no disponía de capacidad presupuestaria para su ejecución. Claro que ese comportamiento no es de extrañar en alguien que ha hecho de la confrontación con las demás instituciones su razón de ser, sentencia Tierraseca.