Los socialistas dicen que el carril bici pone en peligro la seguridad de los viandantes
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Ningún compromiso político puede llevar a un alcalde a poner en grave riesgo la seguridad de los ciudadanos. El anillo verde ciclista es un error de concepción y planificación que, única y exclusivamente, obedece al capricho y cerrazón de Antonio Román. Es la valoración que esta mañana ha hecho el Grupo Municipal Socialista del carril bici, cuyas obras fueron recepcionadas por el Ayuntamiento de Guadalajara el pasado 23 de diciembre.
Daniel Jiménez ha avanzado que pondrán a disposición del Defensor del Pueblo de España un amplio dossier explicativo que demuestra que este proyecto se ha ejecutado de forma arbitraria y sin ningún criterio técnico, es inseguro y constituye un despilfarro económico digno de figurar en la antología de los disparates que se han cometido en los últimos años en esta ciudad. Tras efectuar en los últimos días varios recorridos al anillo verde ciclista, el portavoz socialista ha enumerado las principales deficiencias que se han detectado.
El carri bici invade de forma arbitraria y permanente espacios destinados al peatón, lo que origina un grave riesgo tanto para los ciclistas como para las personas que transitan por los parques y aceras por los que discurre, e incluso para los automovilistas dado que atraviesa 14 cruces a nivel de calzada. El itinerario salva un desnivel de más de 250 metros, con dos tramos casi impracticables con pendientes que superan el 16%, a la altura de cualquier etapa de montaña del Tour de Francia, y tiene 14 curvas de 90 grados. El cierre perimetral era innecesario y se ha realizado de manera artificial, lo que ha provocado que existan ocho puntos en los que el recorrido se interrumpe y continua una decena de metros más adelante. Carece de señalización direccional en buena parte del mismo que impide dar continuidad al carril y genera un conflicto al discurrir por delante de garajes comunitarios, establecimientos comerciales, portales y hasta la entrada principal del colegio público Ocejón.
El portavoz socialista ha hecho hincapié en que este anillo verde ciclista no facilita el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo y ha denunciado el abuso del hormigón en varios parques donde no era necesario. Tampoco esta vez se ha contado con los ciudadanos para que aportasen sus ideas al proyecto y al día de hoy carecemos de una ordenanza que regule los derechos y obligaciones de los usuarios del carril. Si mañana se produce el atropello de un peatón, ¿qué responsabilidades se derivarán del accidente? ¿A qué sanciones podría dar lugar? ¿Quién tiene la prioridad en los tramos donde viandantes y ciclistas comparten la vía?, se pregunta Daniel Jiménez.
A este respecto, la normativa estatal no ofrece lugar a dudas. El artículo 121.5 del vigente Reglamento General de Circulación prohíbe sin excepción alguna la circulación de toda clase de vehículos por aceras y zonas peatonales. Por eso, dudamos de que este circuito sea legal en algunos de sus tramos, como en la calle Julián Besteiro, donde en sentido de bajada se pueden alcanzar velocidades superiores a los 40 kilómetros por hora, ha asegurado Jiménez. El portavoz socialista ha invitado al alcalde de Guadalajara a que explique a los ciudadanos los cambios sustanciales que existen entre el proyecto que anunció en su día, el que se modificó en noviembre y el que se ha realizado finalmente.
El PP prometió un anillo de más de 14 kilómetros y en realidad tiene 12,1 km. Nos dijeron que la anchura mínima sería de 2,5 metros y hay zonas donde apenas llega al metro. Se comprometieron a incorporar baldosas de botones en los laterales del carril-bici para que las personas invidentes pudieran detectar su presencia y no han colocado ninguna. Que habría árboles en y no han plantado ni uno solo. Nos anunciaron que se uniría con barranco de la Olmeda y la carretera GU-111 a Marchamalo y no han cumplido su palabra. Y aseguraron que iban a utilizar un material sintético, que es una superficie más porosa y segura para los ciclistas y se han limitado a echar hormigón vibrado y coloreado de pintura roja allá donde les ha apetecido, ha precisado Jiménez.
El carril-bici ha suprimido más de 300 plazas de aparcamiento sin ningún criterio técnico. Antonio Román se defendía esta semana de las críticas y aseguraba que la decisión de no introducir el itinerario por la calle Layna Serrano había sido suya para no tener que eliminar plazas de aparcamiento. ¿Ése es el criterio técnico al que se ha recurrido? ¿Es el alcalde quién decide por dónde va el carril? ¿Por qué no ha tenido el mismo reparo para cargarse de un plumazo decenas de plazas en otros puntos de la ciudad? Con esa misma autoridad, ha hecho caso omiso a las reclamaciones de los vecinos de las calles privadas por donde pasa el carril, a los que no pedido su autorización, se ha lamentado el portavoz del PSOE, que ha invitado a Román a recorrer la totalidad del circuito en compañía de concejales, periodistas y vecinos para que puedan comprobar el despropósito, la arbitrariedad, la inseguridad y, sobre todo, la peligrosidad de esta desastrosa actuación.
Daniel Jiménez cree que para fomentar el empleo de la bicicleta en la ciudad hubiera sido más práctico la puesta en marcha de las estaciones de alquiler de bicis, cuya inauguración se lleva demorando desde octubre, y la habilitación de carriles en la calzada con limitación de velocidad a 30 km/h para pacificar el tráfico y mejorar las condiciones de seguridad de los ciclistas. Además, ha reclamado más aparcabicis en los barrios en lugar de suprimirlos, como ha sucedido en algunos casos, campañas de formación para ciclistas y automovilistas y medidas que favorezcan la intermodalidad entre la bicicleta y el transporte público