Los socialistas dicen que la limpieza en Guadalajara "brilla por su ausencia" en muchos barrios
El Grupo Municipal Socialista ha vuelto a denunciar una vez más la situación de suciedad y de abandono en la que se encuentran numerosos barrios de la ciudad. Lo ha hecho tras recibir las quejas de muchos vecinos que se sienten desatendidos por parte del equipo de gobierno de Antonio Román y que consideran que el PP se dedica a limpiar aquellas zonas que están más a la vista de los ciudadanos y que, sin embargo, mantiene olvidados el resto de barrios de la capital
Esta situación no afecta únicamente a las zonas de nuevo desarrollo, a barrios como Las Cañas y La Muñeca que siguen sin servicio de limpieza a pesar de contar ya con más de 3.000 vecinos, sino también a muchos otros rincones de la ciudad que están consolidados desde hace años y que sin embargo ofrecen una imagen de suciedad y de abandono generalizado y se encuentran llenos de pintadas y de excrementos de perros.
El Grupo Socialista ha recibido numerosas llamadas de vecinos molestos por el estado de suciedad de su barrio. En especial, las quejas se centran en el barrio del Balconcillo donde existen lugares muy sucios como la zona situada entre la calle General Vives Camino y la autovía, las calles Cifuentes y Constitución, que llevan años sin limpiarse o Las Casas del Rey que tienen rincones como el situado junto al centro social que están llenos de suciedad y de basuras.
Otra de las zonas que más preocupación genera entre sus vecinos es la Colonia de Sanz Vázquez, la cual sufre un estado general de abandono y desidia, con las calles muy sucias y los jardines y zonas verdes abandonados. Por último, el Grupo Socialista destaca también el estado de las calles Valladolid y Almería, junto al CAMF, que también se encuentran muy deterioradas.
Luis Sevillano, concejal socialista, ha llamado la atención del equipo de gobierno para que trabaje y refuerce el servicio de limpieza en los barrios de Guadalajara de manera efectiva en vez de hacer campañas de imagen que no obedecen a la verdadera realidad de la ciudad, la cual sigue estando muy sucia, especialmente en algunos barrios que a Antonio Román no parecen interesarle en absoluto.