
Maestro Jardinero: Un Schrader luminoso... y aburrido
En "Maestro Jardinero", la última película dirigida por el aclamado director Paul Schrader, autor del exitoso guion de Taxi Driver, Yakuza o Toro Salvaje, el también director intenta sumergimos en un intrigante y emocional viaje. La trama se desarrolla alrededor de un jardinero interpretado por Joel Edgerton, quien recibe el encargo de su jefa, Sigourney Weaver, de cuidar a su problemática sobrina nieta. A medida que el jardinero y la aprendiz van creando y fortaleciendo un vínculo emocional, irán saliendo a la luz aspectos del oscuro y violento pasado del protagonista.
Schrader, en su estilo característico, aborda temas recurrentes en su filmografía, como la culpa y la inestabilidad emocional interna. Al igual que en su película anterior, "El Contador de Cartas", el personaje principal lucha contra el caos interior a través de una ferrea disciplina en su día a día. Sin embargo, en "Maestro Jardinero", el veterano director se permite mostrar una verisón más luminosa de sí mismo, ofreciendo una visión más amable de conceptos como el perdón y la redención.
A pesar de su interesante propuesta, "Maestro Jardinero" sufre un importante problema de ritmo. La primera parte de la película intenta establecer el complejo entramado de relaciones entre los personajes, pero se toma demasiado tiempo, retrasando el inicio real de la historia hasta los casi 50 minutos de película, haciendo que sea diretamente aburrida.
La segunda parte de la película muestra una notable mejoría, adentrándose incluso en el thriller más allá del drama. Pero ni ese giro ni el estupendo trabajo de interpretación de Joel Edgerton logran levantar lo suficiente el resultado globlal de la producción, que no alcanza el impacto esperado.
En resumen, "Maestro Jardinero" es una película que aborda temas emocionales y psicológicos de manera intrigante con el habitual tono realista y casi sucio del director, pero que se ve perjudicada por un arranque demasiado lento. Difícilmente servirá para conseguirle nuevos adeptos al director, pero sí es probable que satisfaga a sus seguidores más acérrimos.