Málaga del Fresno celebra la Virgen de la Paz con su botarga

30/01/2011 - 18:11 Noemí Fraile

La fiesta de la Virgen de la Paz se celebró durante la mañana del domingo en el campiñero pueblo de Málaga del Fresno. La encargada de poner la nota de color a la celebración fue la tradicional botarga, que como vienen siendo habitual estuvo acompañada de las dos mujigangas. Los tres se encargaron de asustar a niños y mayores antes y después de la solemne misa en honor de la Virgen de la Paz. El festejo tuvo como fin la degustación de unas magníficas migas acompañadas con limonada, que se han convertido en los últimos años en el plato típico de esta gélida jornada festiva de enero. En torno a las once de mañana, y después de no hacer caso al amenazador aspecto del cielo, la botarga y las mujigangas salieron a las calles de Málaga del Fresno. Su objetivo, anunciar a todo el mundo la festividad de la Virgen de la Paz. Y ya de paso asustar a los más pequeños y hacerles correr un poco por los alrededores de la Iglesia y el centro social. Tras la diversión, también hubo tiempo para las celebraciones solemnes. Alrededor de las doce y media de la mañana, cerca de un centenar de paisanos fueron a la Iglesia para participar en la solemne misa en honor de la Virgen de la Paz. Y es que este acto es tan tradicional y tan querido en el pueblo como la misma botarga. Después de media hora de misa, todo el mundo salió a las puertas de la Iglesia para volver a divertirse con la botarga y las mujigangas. Ya se podía apreciar en el ambiente un especial olor, a pan tostado y carne de matanza, que empezaba a llamar la atención de los estómagos más espabilados. Por eso las carreras de la botarga esta vez fueron más breves, las justas para terminar de repartir los caramelos que les quedaban en sus bolsas. Alrededor de la una del mediodía, más de un centenar de personas se dirigieron al centro social para degustar las ya tradicionales migas de los hermanos Hervás. Se hicieron cerca de unas doscientas raciones de migas, que como dijo Luis Camino, alcalde de Málaga del Fresno, eran “para que ningún asistente a la fiesta se quedara sin probarlas”. Y para que entraran mejor las migas, también se repartieron vasos con limonada.