Marchamalo visualiza un gran No humano en la plaza Mayor contra la violencia de género
25/11/2015 - 18:47
Desde las diez de la mañana, y gracias a la colaboración de la Asociación de
Kajukenbo regional, se impartió un taller de defensa personal gratuito y abierto
a toda persona que quisiera participar, en el que se enseñaron distintas técnicas
de artes marciales con las que defenderse de una agresión. Manuel Villaseñor,
octavo dan en kajukenbo y profesor de esta disciplina, junto con Valentín
Garrido, instructor, y otros compañeros, impartieron una clase práctica con
alumnos de todas las edades.
Después, a mediodía, se leyó el manifiesto central de la jornada contra la
Violencia de Género, a cargo del Alcalde, Rafael Esteban, quién quiso transmitir
"el drama que padecen las mujeres que sufren el terrorismo machista a través
de esta carta de una víctima a su agresor y asesino".
"La violencia de género es la manifestación más cruel del machismo que aún
persiste en nuestra sociedad, que genera desigualdades y discriminaciones
múltiples y que impide a las mujeres disfrutar plenamente de los derechos que
como ciudadanas les corresponde.
Por tanto, para la erradicación de la violencia
sexista es fundamental que las mujeres puedan participar de forma igualitaria en
los espacios de toma de decisiones, que desaparezca la feminización de la
pobreza, que se elimine la brecha salarial, que aumenten las posibilidades de
conciliar la vida personal, familiar y pública, que se asuma la corresponsabilidad
en la esfera de los cuidados, que se deje de ofrecer una imagen estereotipada y
cosificada a través de la publicidad, etc.
Sólo asumiendo una responsabilidad
compartida de toda la sociedad a favor de la igualdad real, será posible hacer
desaparecer el terrorismo machista", apuntó.
Además, en presencia de representantes de todos los partidos políticos de la
localidad, subrayó el compromiso del Ayuntamiento de Marchamalo con todas
las víctimas de violencia de género y sus hijos.
Inmediatamente después, el medio centenar de personas presentes formaron
un gran NO humano para simbolizar el rechazo a todas las formas de desprecio,
discriminación o violencia física hacia las mujeres.