Más de 1.000 romeros de la comarca cumplieron con la tradición en el Alto Rey

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Los siete pueblos de la Sierra volvieron a cumplir con la tradición de la romería del Alto Rey. Cerca de mil personas se acercaron al pico, que se encuentra a 1.852 metros de altura, para formar parte de esta fervorosa fiesta declarada de Interés Turístico Provincial. Ya desde por la mañana se contaban por centenares las personas que siguieron a la comitiva desde la base militar hasta el parón para celebrar la misa campera. La presidenta de la Diputación, María Antonia Pérez León, mostró su satisfacción por el “hermanamiento y unidad” que consigue esta cita entre los pueblos de la comarca, simbolizado principalmente en la comida campera.
Cerca de un millar de personas participaron este fin de semana en la romería del Santo Alto Rey, que se celebra el primer sábado del mes de septiembre y que está declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial. La festividad reunió a los vecinos de los siete municipios que se localizan en ambas vertientes de esta sierra , así como a multitud de visitantes de los pueblos limítrofes. La jornada se ha iniciado con una procesión desde la base militar hasta la explanada situada a 200 metros, donde se ha celebrado la tradicional misa de campaña, en la que han estado expuestas las imágenes del Santo Alto Rey de la Majestad y Nuestra Señora de los Ángeles, que son veneradas con devoción en esta comarca del norte de la provincia de Guadalajara.
Las siete localidades que honran esta costumbre romera estuvieron representadas en el oficio religioso por sus cruces parroquiales, que portaban vecinos de Albendiego, Aldeanueva de Atienza, Bustares, Gascueña de Bornoba, Las Navas de Jadraque, El Ordial y Prádena de Atienza, así como por los respectivos alcaldes. Cada uno de los pueblos celebraba a lo largo del año y de manera particular esta fiesta, pero tras la Guerra Civil se decidió subir en romería todos juntos. Al término de la ceremonia, los asistentes caminaron hasta la ermita en un largo desfile procesional, que encabezaron tres pendones.

Religión y tradición
“Es una enorme satisfacción comprobar cómo cada año esta fiesta, que tiene bien ganada la declaración de Interés Turístico Provincial de la Diputación de Guadalajara, reúne a cientos de personas en una festividad donde se produce una simbiosis perfecta entre el fervor religioso y la tradición. Sin duda, esta celebración es una excusa magnífica para celebrar una jornada de hermanamiento y unidad entre los pueblos que conforman esta comarca, y para que los hijos que un día se vieron obligados a abandonar sus hogares en busca de un futuro mejor regresen este día para reencontrarse con sus orígenes”, valoró la presidenta de la Diputación provincial, María Antonia Pérez León, quien estuvo acompañada, entre otras personas, por la consejera de Administraciones Públicas, Magdalena Valerio.
A las puertas de la ermita se celebró la tradicional subasta de los brazos de las andas que sostienen ambas imágenes, por los que han pujado los vecinos de los pueblos romeros, así como de los dulces y obsequios que se han donado a modo de ofrenda.
Tras este ritual, los cientos de asistentes se dispersaron libremente por las praderas situadas a ambas vertientes de la cumbre para participar en una comida de hermandad entre familiares y amigos venidos expresamente para la ocasión. Como viene siendo habitual en los últimos años, la jornada festiva concluye con concursos de poesías en honor al Santo Alto Rey de la Majestad y Nuestra Señora de los Ángeles, de trajes típicos serranos e incluso de jotas y rondallas.

Una historia de leyenda
Cuenta la leyenda que los caballeros templarios erigieron la ermita del Alto Rey, que está situada a 1.852 metros de altitud, aunque las primeras referencias escritas sitúan su construcción en el siglo XII. La Cofradía del Alto Rey, a la que ya se alude en crónicas del siglo XVI, se encarga de fomentar en la comarca la devoción a ambas imágenes y conservar en buen
La capilla que hoy se erige en el punto más álgido de esta cresta data de 1785 y las dos efigies que se suben en romería permanecen expuestas durante el resto del año en la iglesia parroquial de Albendiego.