Más de 1.550 escolares de 54 pueblos acuden a los colegios rurales de la provincia

En Guadalajara hay 13 colegios rurales agrupados, que dan respuesta educativa a 54 localidades, escolarizan a más de 1.550 alumnos y alumnas de las zonas rurales de nuestra provincia y cuentan con 227 profesores distribuidos en 135 unidades. La delegada de la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura en Guadalajara, Reyes Estévez, destacó durante su visita a la cabecera del Colegio Rural Agrupado “Sexma de la Sierra”, en Checa, que la Ley de Educación de Castilla-La Mancha, aprobada el pasado 20 de julio, ha consolidado el apoyo del Gobierno de José María Barreda a la escuela rural en la región, “convirtiendo en derecho el compromiso adquirido por la Consejería para garantizar la calidad educativa en las zonas rurales de la región”.

Estévez explicó que el artículo 128 de la Ley de Educación regional asegura la apertura de un centro docente público en aquellas localidades donde residan al menos cuatro alumnos y alumnas que cursen los niveles de Educación Infantil y de Educación Primaria.

El Colegio Rural Agrupado “Sexma de la Sierra” dispone de 11 aulas para la docencia y 3 aulas de apoyo repartidas en seis localidades del Señorío de Molina: Checa, Alcoroches, Alustante, Orea, Peralejos de las Truchas y Tordesilos. En sus aulas recibe a 54 niños y niñas de edades comprendidas entre los 3 y los 11 años, y cuenta en su plantilla con 17 profesores, con una ratio de un profesor por cada tres alumnos.

Estas cifras, según la delegada de Educación, Ciencia y Cultura, “dan prueba de la apuesta firme del Gobierno regional por la escuela rural, mediante la atención específica a su singularidad geográfica” y muestran que “la calidad de la oferta educativa en los colegios rurales agrupados está garantizada, ya que permite la atención personalizada al alumno y la creación de un espacio propicio para la socialización, y establece una relación estrecha con el entorno natural y cultural”, favoreciendo la educación integral del alumnado, al mismo tiempo que contribuye a fijar población en el entorno rural.