Más de 200 personas participaron en la II Marcha Violeta de Cabanillas
Cabanillas vivió este viernes 6 de julio una fantástica "2ª Marcha Violeta", con teatro, poesía y rock feminista para la reivindicación de la Igualdad. La Marcha Violeta es una actividad de concienciación organizada por el Consejo de las Mujeres de la localidad y la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento, y cuenta con la colaboración del Centro de la Mujer y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha. Este año se celebró bajo el lema "Rompemos estereotipos", con el que se indicaba la necesidad de acabar con los roles asociados a cada uno de los sexos.
Tras el reparto de camisetas y "pasaportes" a las personas inscritas, la actividad comenzó a las 8 en punto de la tarde, con la presentación del evento a cargo de Luis Blanco, concejal de Igualdad, y de la directora provincial del Instituto de la Mujer, Rosario Narro, desplazada a Cabanillas para la ocasión.
Luego comenzaron las representaciones teatrales organizadas por la Escuela Municipal de Teatro. Primero hubo una introducción sobre el escenario de la Plaza del Pueblo, con todos los actores y actrices. A continuación, las más de 200 personas que participaron en el evento se encaminaron hacia las escaleras de la calle Cuenca, donde se montó la primera escena: "Escalera de violencia de género", un entremés en el que se representó la evolución habitual de una pareja de adolescentes cuando el chico incrementa gradualmente su control y opresión sobre la libertad de su pareja.
La segunda escena se llevó al escenario de la Casa de la Cultura, donde se realizó una "perfomance" impactante, muy emocionante, sobre el papel de la mujer en la sociedad, sobre un texto de Carlos Miguel Cortés, entre alusiones a la lucha feminista, y al pasado 8 de marzo como un punto de inflexión en esta nueva revolución social.
La última escena se montó en la Glorieta de Mariano Pozo. En la puerta del Centro de la Mujer, y partiendo de un texto periodístico de la sección "Micromachismos" del digital "eldiario.es", se ambientaba la mesa de un bar, en la que dos hombres mantenían una conversación poniéndose en el lugar de situaciones cotidianas de machismo que padecen las mujeres, en una escena que mezclaba la denuncia con lo cómico de ver en la voz de hombres situaciones absurdas que viven las mujeres cada día.
Una vez recorridas las escenas, la Marcha Violeta llegó de nuevo a la Plaza del Pueblo. Allí, todos los participantes que "sellaron" su pasaporte recibieron una chapa conmemorativa del evento, antes de que diera comienzo una formidable actuación de declamación de poesía a cargo del "Coro Poético y Peripatético" de Estrella Ortiz. El repertorio del Coro estuvo exclusivamente conformado por poesías de mujeres, varias de ellas de profunda carga reivindicativa ("No quiero", de Ángela Figuera Aymerich, fue sin duda la más aplaudida y vitoreada por el público").
Puso fin a la jornada la actuación de un jovencísimo conjunto de rock formado por chicas de Cabanillas: Cordiales Salidas, en la que fue su primera actuación en público desde su creación. Letras divertidas, muy feministas, sarcásticas y viscerales, a caballo entre el pop y el punk, para poner la guinda a esta segunda edición de la Marcha, que se despedía hasta 2019.