Más de 3.000 guadalajareños arroparon a los trabajadores de Avicu por las calles de la capital

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
Más de 3.000 ciudadanos se echaron ayer a las calles de Guadalajara para mostrar su apoyo a los trabajadores de Avicu que viven por estas fechas su particular calvario, después de llevar cerca de cinco meses sin cobrar sus nóminas. Representantes políticos en la capital, la provincia, la región, e incluso a nivel nacional, sindicatos, colectivos de empresarios, de comerciantes, amigos y compañeros arroparon a los 450 trabajadores de Avicu en sus peticiones y reivindicaciones: justicia ante una situación causada por “una mala gestión” y “un conjunto de decisiones erróneas”, como dijo Laura Sedano, presidenta del comité de empresa de Avicu, al término de la manifestación.
Más de 3.000 personas quisieron formar parte, ayer por la tarde, de la manifestación convocada por los trabajadores de Avicu –que llevan casi cinco meses sin cobrar sus nóminas–, para mostrar así su apoyo y entendimiento ante la situación que viven estos empleados (unos 450) y pedir una mayor ayuda e implicación por parte de las administraciones. La plaza de los Caídos fue el punto de partida de una marcha en la que el civismo y el pacifismo fueron las notas dominantes, a pesar del estado de desesperación e indignación que viven estos trabajadores, que no ven salida a su problema.
Tal indignación se hizo más visible cuando la cabecera de la manifestación, que portaba una pancarta en la que se podía leer Trabajadores de Avicu en lucha por el futuro de nuestros puestos de trabajo y salarios que nos adeudan, llegó a las puertas de la casa de Jesús María Saboya, propietario de Avicu, en la calle Virgen del Amparo, contra el que profirieron insultos, como “aquí vive un ladrón” o “Saboya, por tu culpa no soy feliz”. La comitiva, arropada por un amplio despliegue policial, que en todo momento acompañó a los manifestantes y reguló el tráfico en las calles que iba cortando el paso de la marea humana, prosiguió su marcha por la avenida de Castilla hasta la glorieta Víctimas del Terrorismo, donde giró hacia el paseo Doctor Fernández Iparraguirre.

Parada frente a la Subdelegación
Antes de terminar la marcha en la plaza de Santo Domingo, los manifestantes se pararon frente a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara pidiendo la presencia de su responsable, Araceli Muñoz. La subdelegada del Gobierno, que no quiso hacer esperar a los trabajadores, acudió a la llamada. En su encuentro, Muñoz, que volvió a mostrar su apoyo a los trabajadores, recibió un escrito dirigido al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
Finalmente, todos los manifestantes se reunieron en la plaza de Santo Domingo para escuchar el manifiesto de la voz de la presidenta del comité de empresa de Avicu, Laura Sedano. Una vez más, Sedano reiteró que “la intención de la plantilla de Avicu, siempre, ha sido mantener nuestros puestos de trabajo, porque creemos firmemente en la viabilidad de la empresa, aunque tal vez no bajo la dirección de Jesús María Saboya”. Además, una vez más también quiso explicar que “los trabajadores de Avicu no han rechazado ningún ERE”, y aclaró: “lo que los trabajadores hemos rechazado es negociar lo que nos proponía la empresa, debido a las dudas que genera una dirección que ha perdido toda credibilidad, adeudándonos varias nóminas”. Esta situación se debe, como dijo Sedano, “a la mala gestión de los últimos años” y a la “multitud de decisiones erróneas tomadas por la dirección de la empresa”. Por último, la representante de los trabajadores en todo este conflicto pidió “justicia, rapidez y agilidad a las administraciones correspondientes en todo este proceso angustioso” y dio las gracias “a toda la ciudadanía por el apoyo que hoy nos habéis prestado”.
A pesar de la tristeza y la desesperación con que afrontan estas Navidades los todavía trabajadores de Avicu, y de las muchas muestras que de ello se dieron durante la manifestación y tras la lectura del manifiesto, cuando se vivieron escenas verdaderamente emotivas –la presidenta de la Diputación provincial, María Antonia Pérez León, trató de calmar las lágrimas de una de las trabajadoras–, las fuerzas de estos trabajadores y el ánimo tampoco faltaron. De hecho, ante las fechas en las que nos encontramos, muchas de las canciones reivindicativas que ayer se escucharon tomaron forma de villancico.
Como tampoco faltaron a su cita con los trabajadores de Avicu políticos, empresarios y sindicatos, además de amigos, familiares y compañeros. El alcalde de la capital, Antonio Román, y varios miembros del equipo de Gobierno, acompañaron toda la marcha a los trabajadores de Avicu “como ciudadanos” y “en segunda fila”, como dijo Román, así como representantes del PSOE a nivel local, provincial y regional, entre los que se encontraban el portavoz del Grupo Local, Daniel Jiménez, la secretaria provincial, la antes citada María Antonia Pérez León, o el senador Javier Irízar. Además, destacada fue la asistencia del recién nombrado coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, que estuvo acompañado por José Luis Maximiliano, coordinador provincial del partido, y que se ofreció a llevar gustosamente hasta el Gobierno español las peticiones de estos trabajadores. La ausencia más destacada, por su parte, fue la de la Junta de Comunidades.
Tras los enormes apoyos recibidos ayer, los trabajadores de Avicu continuarán su lucha por lo que consideran justo: cobrar, al menos, las nóminas que se les adeudan.