Más de una veintena de profesionales se forman para pilotar drones en sus explotaciones , de la mano de APAG y ADR Molina de Aragón- Alto Tajo
El pasado 29 de julio dio comienzo el Curso de Piloto Profesional de Dron en Molina de Aragón, que ofrece una formación integral sobre el manejo de drones, desde aspectos técnicos hasta aplicaciones prácticas en la agricultura y la ganadería, y que ha tenido una gran acogida y atraído a numerosos participantes de la comarca. El Grupo de Desarrollo Rural ADR Molina de Aragón – Alto Tajo, en colaboración con la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), impulsa este curso gratuito, impartido por la empresa RTF Drones Enterprise S.L., que incluye una formación teórica de 75 horas, completada con una formación práctica de 10 horas y que se cursará durante los meses de julio y agosto en las instalaciones de APAG Guadalajara en Molina de Aragón.
En la presentación del curso, Jesús Alba, presidente del Grupo de Desarrollo Rural ADR Molina de Aragón – Alto Tajo, su gerente, Maria Jesús Madrid y técnicos del grupo, junto al presidente de APAG, Juan José Laso y el secretario general de APAG y director gerente de Coagral, Antonio Torres, dieron la bienvenida a los 20 agricultores/as y/o ganaderos/as que recibirán esta formación, de los cuales 5 son mujeres y 10 son jóvenes.
Jesús Alba señaló la importancia de este tipo de formaciones para frenar la despoblación de la comarca, que dan una alternativa de futuro tanto a los jóvenes como a desempleados “para que la gente apueste por hacer su vida en el pueblo”. Por su parte, Juan José Laso, presidente de APAG, destacó el valor de introducir las nuevas tecnologías en el campo para la viabilidad del sector, “la tecnología manda y hay que trabajar con todos los adelantos porque si no nos tenemos que retirar”.
Curso de Piloto Profesional de Dron en Molina de Aragón
Los asistentes al curso aprenderán a utilizar estos dispositivos para tareas como la monitorización de cultivos, la evaluación del estado de las plantaciones y la gestión eficiente del ganado, y recibirán una capacitación que no solo mejorará la empleabilidad de los profesionales, sino que también contribuye a la sostenibilidad y modernización de las prácticas agrícolas y ganaderas locales.
El curso gratuito, que ha sido subvencionado con Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (Feader), ha sido adecuado al público objetivo, en base a los temarios oficiales de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) e incluye módulos teóricos y prácticos que abarcan desde la legislación vigente sobre el uso de drones, hasta técnicas de vuelo y análisis de datos. Los participantes también tendrán la oportunidad de realizar vuelos de prueba y simulaciones en campos y granjas de la comarca, permitiéndoles aplicar los conocimientos adquiridos en entornos reales.
Los beneficios de usar drones en la agricultura y la ganadería
El uso de drones en el campo garantiza la viabilidad del sector, haciendo más rentables las explotaciones agrícolas y ganaderas. Las posibilidades que ofrecen los drones son muchas, y es importante saber aplicarlos a las nuevas maquinarias que ya incluyen módulos compatibles con estos dispositivos de vuelo.
A los agricultores/as los drones les permiten optimizar el uso de insumos, reducir los costes de producción y aumentar la productividad de sus cultivos, además de mejorar la sostenibilidad de la explotación agraria: monitoreo de cultivos, detección de plagas y enfermedades, mapeo de terrenos y la aplicación de productos fitosanitarios, son algunos de los beneficios.
En el caso de la ganadería, ayudan a mejorar la gestión del ganado, prevenir enfermedades y aumentar la producción de carne y leche de forma sostenible: vigilancia, control y búsqueda de ganado, monitoreos de pastizales, detección de animales enfermos o heridos y seguimiento de su evolución.
Con el Curso de Piloto Profesional de Dron los profesionales agrarios y ganaderos/as de la comarca podrán realizar tareas que antes eran difíciles o
imposibles de efectuar sin esta tecnología. Supone un avance que no solo beneficia a los productores individuales, impulsando tanto su empleabilidad como la modernización y eficiencia de las prácticas locales, sino que también fortalece la competitividad de la región en el sector agrario y ganadero y ayuda en la lucha contra la despoblación, asentando habitantes en el territorio.