Masiva asistencia a la comida campera en San Roque

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
FERIAS Y FIESTAS
Un año más, el parque de San Roque registró su jornada de mayor afluencia y visita de todo el año por la celebración de la tradicional comida campera de las Ferias, antes dirigida a los peñistas y desde hace años abierta a todos los ciudadanos de la capital. Desde casi primera hora de la mañana –los primeros en la impresionante cola aseguraban haber llegado hacia las 10.00 horas– pequeños, mayores, jóvenes y muchos peñistas esperaron su turno para degustar un suculento plato de paella.
De los que se sirvieron unos 4.200, tal y como explicó el encargado de elaborar el tradicional plato de estas fechas, Francisco Javier Ayuso, dueño de Comidas Populares, una empresa con una larga experiencia y trayectoria a sus espaldas.
Cuatro enormes paelleras cocinaron durante toda la mañana los 420 kilos de arroz, los 200 kilos de pollo, otros 200 kilos de costillas, 200 kilos más de preparado de paella formado por calamares, gambas y mejillones, el tomate, la cebolla, el pimiento y los guisantes, un poco de colorante y “mucho cariño”, como explicaba Ayuso, para que, a las 14.00 horas en punto todo estuviera listo para empezar a comer. Y así fue. Aunque se esperó algunos minutos más para que llegaran todas las autoridades, los primeros guadalajareños pudieron disfrutar de su sabroso plato de paella poco más tarde de la hora prevista.

Un gran equipo. En total, diez personas formaron el equipo de cocineros y pinches, y otros muchos, entre ellos colaboradores y ‘scouts’, se encargaron de repartir el pan y los cubiertos, el pan, los platos –que eran buenas raciones–, la bebida –cerveza o agua– y la fruta –sandía, manzana o plátano–. A pesar del enorme despliegue de medios y la velocidad en el reparto, se tardó al menos un par de horas en dotar a todos los asistentes de su plato de paella, pues la cola alcanzó en algunos momentos la piscina municipal de verano, recorriendo todo lo largo del parque de San Roque.
No faltó la música, el buen ambiente y el color y alegría de las peñas, que fueron llegando a la comida campera procedentes del baile-vermú que se celebró en el mediodía de ayer, justo antes de la cita gastronómica.
Ante la ausencia de la presidenta de la Diputación Provincial, María Antonia Pérez León, institución que patrocina y colabora un año más esta tradicional actividad de las Ferias y Fiestas, Rafael Esteban, vicepresidente de la entidad, destacaba el interés de la Diputación Provincial por estar presente, un año más, en esta actividad, “para que las peñas disfruten de un día en el cual no tengan que estar en sus peñas metidos, que tengan una comida preparada y que disfruten y compartan, en compañía de todas y cada una de las peñas de Guadalajara, de este inicio de Ferias que esperemos que sean buenos para todos y transcurran sin incidentes”, deseó Esteban, quien esperó que las casi 4.500 raciones preparadas fueran suficientes para dar un plato de paella a cada uno de los asistentes, dada la masiva asistencia registrada. Tal y como continuó el vicepresidente de la Institución Provincial, “la Diputación va a seguir colaborando” en las actividades de Ferias de Guadalajara, porque, como explicó, deben ser un periodo de “convivencia y hermandad”.
Pero a la comida campera no sólo acudieron miembros de la Diputación Provincial y del Partido Socialista, sino que por allí también se dejaron caer miembros del equipo de Gobierno en la capital, como el propio alcalde, Antonio Román, y el concejal más atareado por estos días, el delegado de Festejos, Jaime Carnicero. Román resaltó que se trata de una “tradición que ya se impuso hace muchos años, inicialmente para las peñas, pero que ya se ha abierto a toda la ciudad y no son sólo los peñistas, sino gente de toda edad y condición que acude el martes de Ferias a comer en el paseo de San Roque”. Muy cauto, el alcalde dijo preferir esperar “a que coma todo el mundo y si sobra algo, comeremos los concejales, aunque ya veo que alguno tenía mucha hambre y se me ha adelantado”, bromeó el primer edil.

‘SIESTECITA’ A LA SOMBRA. Y como el tiempo, de momento, está respetando a las Ferias de Guadalajara, fueron muchos los que se quedaron en el parque de San Roque, en alguna de sus zonas de césped, para disfrutar de la sobremesa –aunque sin mesas– con una agradable tertulia o, porqué no, con una siesta para recuperar las fuerzas perdidas en la noche anterior. Otros escogieron alguna de las actividades del programa y otros, simplemente, regresaron a casa con la tripa llena.